La Bolsa de San Pablo finalizó ayer con un incremento de 8,4 por ciento, a la vez que el real registró una depreciación de 0,5 por ciento al cerrar en 2,13 unidades por dólar. El Banco Central brasileño intervino en la plaza para controlar la paridad con unos 790 millones de dólares. En ese escenario de elevada volatilidad financiera, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó que va a “fortalecer el mercado interno” para enfrentar la crisis financiera mundial”. “Para enfrentar la crisis del crédito, vamos a generar más rentas y empleos”, afirmó Lula, para agregar que “no hay que endeudarse más de lo que se puede, pero tampoco se debe dejar de comprar lo que fuere necesario” y señaló que su gobierno “acumuló reservas cuando todo mundo decía que había que gastar”. Lula ratificó el plan de obras públicas previsto, incluyendo inversiones de Petrobras por 112 mil millones de dólares en cuatro años.