Por Carlos Pellegrini *

En esta Argentina tan pisoteada donde la injusticia es reina y la angustia su princesa, producto de un nuevo genocidio ahora por planificación económica, la muerte de cualquier ser humano, con exclusión de los genocidas, es dolorosa. Si además es un compañero y un militante se torna insoportable.
Ayer viernes, yendo en bondi hacia su laburo falleció Carlitos Manco. La tristeza nos invade y nos abre una herida nueva en el corazón.
Carlitos era un militante político-sindical, pero más que todo un militante por la vida, que sufría como propias las injusticias en los desposeídos. Era un cabal heredero de la huella que dejaron compañeros como el “Gringo” Tosco o Germán Abdala.
No vamos a extendernos demasiado porque si bien la memoria es fundamental, creemos que el afecto, el respeto y el reconocimiento se practican en esta vida.
Carlitos era un ex militante del P.C. que en los años de plomo de la dictadura supo dar cobijo a compañeros perseguidos aun a riesgo de su propia vida y la de su familia. Con la democracia ya instalada desarrolla una intensa actividad sindical en el sector vitivinícola. Posteriormente y desde hace más de una década como trabajador bancario y militante de la C.T.A. integraba la comisión gremial de Cabal y la Agrupación Nacional de Bancarios Germán Abdala.
No hubo jamás y desde siempre, ya sea una marcha u otra actividad convocada por los Organismos de Derechos Humanos que no contara con su presencia. No obstante su natural bajo perfil, en razón de un profundo desapego por los protagonismos personales, su espíritu y fuerza puestos en la construcción de herramientas de poder popular lo destacaban.
Agradecemos profundamente a su esposa y compañera, a sus hijos y familia, habernos permitido conocerlo y compartir afectos y proyectos.
Convocamos a los compañeros a despedirnos por penúltima vez, sabiendo que siempre te llevaremos en nuestros corazones, pero con el dolor de comprender que “la soledad es un amigo que no está, que no ha de volver jamás...”. Y para gritar con la voz en el cuello como vos, hermano, hubieras hecho: “El pueblo vencerá. Hasta la victoria siempre”.

* Agrupación de Trabajadores Bancarios - CTA.
El velatorio se realiza en Basualdo 257 1ª B (altura Rivadavia al 10100). El entierro está previsto para las 15 hs. en el Cementerio de la Chacarita.