Sáb 08.11.2008

ECONOMíA  › LA REFORMA DEL SISTEMA PREVISIONAL FUE APROBADA EN LA CáMARA DE DIPUTADOS POR 162 VOTOS A 75

Alegría oficialista en la votación de madrugada

Para llegar a ese número, junto al kirchnerismo votaron la bancada socialista y la del SI. Con diferentes argumentos, se opusieron la Coalición Cívica, el PRO y la UCR. El proyecto pasó al Senado, que lo tratará el 20 de noviembre.

› Por Miguel Jorquera

Agustín Rossi atendió su teléfono celular camino a su despacho y agradeció la felicitación. Eran más de las 3 de la madrugada del viernes. No quiso dar el nombre de la persona con quien había hablado, pero lo llamó “maestro” y se mostró contento por la llamada. El jefe de la bancada k en Diputados fue de los últimos en retirarse del Palacio Legislativo tras 15 horas de debate y no ocultaba su satisfacción: por 162 votos a 75, el oficialismo había dado media sanción al fin de la jubilación privada. Por primera vez después de la prolongada disputa con los ruralistas por las retenciones móviles, el kirchnerismo lograba sumar 42 votos opositores detrás de un proyecto del Gobierno, más allá de su propia tropa y los aliados más fieles. Ahora será el turno del Senado, que el 20 de noviembre intentará sellar la suerte definitiva de las AFJP.

Cerca de las 2 y para cerrar el debate en general, Rossi soltó una frase que arrancó el aplauso cerrado de toda su bancada. “De los regalos que nos dejó la década del ‘90, de las bombas que había que desactivar de esa década, ésta era una de las que había que sacarse de encima cuanto antes”, dijo sobre el sistema previsional de capitalización que implementó el tándem Carlos Menem-Domingo Cavallo.

Antes había hecho referencia al debate en comisiones sobre el proyecto del Gobierno. “Salvo el titular de las AFJP, no hubo nadie, ni un economista ni un académico ni un dirigente social, gremial o empresario que haya venido a este Congreso a defender la vigencia del sistema de capitalización. Todos abogaron por el sistema público y por la unificación del sistema previsional argentino.” Allí remarcó el apoyo al proyecto de las centrales obreras (CGT y CTA) y hasta del ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino.

Tampoco faltó en el discurso del jefe de la bancada K la devolución de gentilezas para quienes se mostraron como los más enconados detractores del proyecto. Rossi leyó las declaraciones periodísticas del candidato porteño de Elisa Carrió, Alfonso Prat Gay, sobre el desempeño de las administradoras privadas de apenas 20 días atrás: “Los recursos de las AFJP han perdido más de un 20 por ciento de su valor en términos reales, entonces esto es un problema que ya nos toca y a mí me gustaría ver a nuestras autoridades resolviéndolo, no peleándose dialécticamente con el resto del mundo”. “¡Leelo de nuevo!”, gritó Patricia Bullrich, de la CC, como si al texto le faltara una parte. Pero Rossi clausuró el contrapunto: “¿Le puede decir que se calle, señor presidente? Yo no la interrumpí cuando habló”, dijo dirigiéndose a Eduardo Fellner, que presidía la sesión.

A favor y en contra

Los presidentes de los bloques cerraron el debate. Los discursos se repartieron a favor y en contra del proyecto. Ya lo había hecho la socialista Silvia Augsburger, quien se opuso al proyecto pero votó en general a favor del fin del sistema de capitalización.

Eduardo Macaluse, del SI, justificó su apoyo en “los 14 años de lucha en contra de la jubilación privada”. Cuestionó “por qué el oficialismo había tardado tanto” en ponerle fin al sistema privado que “se llevó 12 mil millones de dólares por el sumidero de las comisiones de los bancos, y están en otros bolsillos. No los tiene el Estado, no los tiene la Anses, no los tienen los jubilados ni tampoco los tienen los aportantes”.

La UCR, la CC y el PRO volvieron a conformar el núcleo más duro contra la propuesta del Gobierno, aunque esta vez por separado y con diferencias ideológicas. El macrista Federico Pinedo se mostró como un defensor de lo privado, embistió contra el Gobierno y se alejó de las posturas de radicales y lilitos. “Cabe aclarar, a aquellos que dicen que nosotros somos los que defendemos intereses inconfesables, que la norma que estamos modificando no es una ley de Bush ni de Menem, sino que es una ley de Néstor Kirchner del año pasado que estableció el sistema de la libre elección de quién va a administrar los recursos de cada uno, de acuerdo con la libre voluntad de las partes”, remarcó Pinedo para oponerse.

Oscar Aguad reiteró que el radicalismo “no presentó ni presentará jamás un sistema que tenga que ver con la administración privada de los ahorros de los trabajadores”, pero igual se opuso a la eliminación de las AFJP. “Cuando las leyes se dictan por una mayoría circunstancial, les pasa lo que le pasó a la ley de Menem: se caen porque no hay compromiso”, dijo.

La CC repitió en el recinto los argumentos con los que Lilita Carrió descalificó el proyecto. “El Gobierno intentó buscar los fondos con otras dos medidas. El pago al Club de París y el arreglo con los holdouts salieron mal, no hay financiamiento externo y el Gobierno fue por la caja. Esa fue la secuencia y por eso fueron ahora por los ahorros de los actuales trabajadores y futuros jubilados que eligieron el régimen de capitalización”, dijo Adrián Pérez.

Pero el triunfo oficialista nunca estuvo en duda. El kirchnerismo tampoco aceptó otras modificaciones al proyecto, salvo la exclusión de personal jerárquico del artículo que afirma que se garantizará la continuidad de empleo a los trabajadores de las AFJP. Aunque hubo cierta tensión durante la madrugada, cuando los opositores que rechazaron el proyecto y quienes lo acompañaron en general pidieron que la Anses se transforme en un “ente público no estatal” como reaseguro en el manejo del fondo provisional. Fue la votación más ajustada (133 a favor, 78 en contra y siete abstenciones) de todo el articulado del proyecto.


Cómo terminó el porotómetro

En el conteo previo, el porotómetro oficialista partía de su propia tropa: los 115 diputados del Frente para la Victoria y los cinco que responden al Frente Cívico santiagueño, que en la Cámara baja es el aliado más fiel al kirchnerismo. Luego sumaban aliados históricos, como los cinco radicales k del bloque de la Concertación y los cuatro legisladores agrupados del Encuentro Popular y Social, más partidos provinciales como el Movimiento Popular Neuquino. Además, los opositores que acompañaron en general la eliminación del sistema de jubilaciones privadas: el socialismo (10), Solidaridad e Igualdad (10) y monobloques como los de Claudio Lozano y Miguel Bonasso. Así, el boque K sumó 42 votos más que los propios para darle media sanción al proyecto. En contra votaron la UCR, la Coalición Cívica, el PRO y el peronismo disidente, más otros partidos provinciales. Por la negativa también lo hizo Felipe Solá, junto a los díscolos Cipriana Rossi, Enrique Thomas, Julio Arriaga y Beatriz Halak. El cobismo, en cambio, votó dividido: Laura Montero en contra, Jorge Albarracín y Juan Scalesi a favor.

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