El Gobierno y la dirigencia rural volvieron ayer a protagonizar un duro intercambio de acusaciones, y mientras el oficialismo afirmó que el sector agropecuario “politiza” su protesta, desde la otra vereda se pronosticó que el kirchnerismo “va a perder” las elecciones de octubre. La nueva escalada verbal estuvo a cargo del ministro del Interior, Florencio Randazzo, y Alfredo de Angeli. A su vez, el gobernador de Córdoba, Juan Carlos Schiaretti, reconoció razones a los ruralistas, pero cuestionó que corten rutas y dijo que no quiere pelearse con el Gobierno nacional.

Randazzo afirmó que los dirigentes del campo “no representan los verdaderos intereses del sector” y destacó que “han politizado la protesta, porque muchos de ellos van a ser candidatos” en los comicios de octubre. También dijo que “a la Argentina le va mal si al campo le va mal”, por lo cual el Gobierno “está haciendo un esfuerzo” para ayudar al sector frente a la sequía y “no tiene la culpa” de que no llueva. El ministro se quejó porque De Angeli dijo anteayer que “lo único que les faltan son las armas y son iguales a los de la década del ’70”.

El dirigente entrerriano, a su vez, sostuvo que al Gobierno le falta “humildad” para convocarlos al diálogo. Pero también mostró otra vez las diferencias en el seno ruralista, al cuestionar a Mario Llambías, titular de CRA, por haber pedido la renuncia del secretario de Agricultura, Carlos Cheppi. “Yo lo que quiero es que cambie”, afirmó.