Gordon Brown alabó ayer el liderazgo de Estados Unidos en un discurso pronunciado ante las dos cámaras del Congreso en Washington. “Lo que más desea el mundo es trabajar con EE.UU. para resolver la crisis económica global”, aseguró el premier británico, quien fue el primer líder europeo en ser recibido por Barack Obama en la Casa Blanca.

Durante un discurso de media hora en el que fue interrumpido 32 veces por aplausos, Brown instó a Estados Unidos a afianzar su cooperación con Europa para paliar la crisis, ya que, según él, la interdependencia económica obliga a respuestas conjuntas. “Este gran país debe aprovechar la oportunidad actual de colaborar con Europa y la comunidad internacional para aplacar el huracán económico que ha arrasado al mundo y que ha dejado a su paso una crisis de crédito y de confianza”, aseguró.

El británico aseguró que para lograr una recuperación económica lo fundamental es continuar con el libre comercio y no tomar medidas proteccionistas. “Ante la ingente labor de corregir el rumbo, la peor receta sería un proteccionismo, que al final no protege a nadie”, precisó. Pero, tras los aplausos, insistió. “Debemos tener confianza en que podemos aprovechar las oportunidades por delante y hacer que el futuro trabaje a nuestro favor. La prosperidad y seguridad mundiales no se conseguirán aislándose del mundo con medidas proteccionistas sino sumando esfuerzos con la comunidad internacional”, machacó.

Brown hizo además un llamado para combatir los paraísos fiscales y fortalecer las normas regulatorias, ya que, según el jefe de gobierno británico, éstos habrían contribuido a extender la crisis. “Los mismos instrumentos financieros que fueron diseñados para diversificar el riesgo en todo el sistema bancario propagaron el contagio en todo el mundo”, explicó.

A su vez, destacó los que a su entender son tres elementos clave para salir de la crisis: un acuerdo, a pactarse en la cumbre del G-20 en Londres el mes próximo, sobre reglamentos y normas para una rendición de cuentas, transparencia y recompensas que pongan fin a los excesos; una reducción mundial de las tasas de interés y una mayor cooperación económica internacional reflejada en la ayuda a mercados emergentes y la expansión de los tratados de libre comercio.

A pesar de la magnitud de la crisis, el primer ministro se mostró optimista respecto al futuro y auguró tiempos de bonanza. “Pese a la ansiedad actual, la economía mundial doblará su tamaño en las próximas dos décadas. Ese crecimiento generará el doble de oportunidades para los negocios y la mayor expansión de los ingresos para la clase media jamás vista, mayor aún a la de la época de posguerra”, aseguró entre aplausos.

Según Brown, esta crisis global dejó la lección de que no se puede perder tiempo en atacar los problemas. “Hemos aprendido que no podemos simplemente esperar hasta mañana. Nuestra tarea es construir el mañana hoy”, afirmó.

Brown también se refirió a los grupos terroristas mundiales y afirmó que su país seguirá firme junto a Estados Unidos en la lucha por perseguirlos. “No hay escondite ni refugio seguro para ellos”, sentenció, al tiempo que intentó fortalecer la alianza bilateral una vez más, al ensalzar al pueblo estadounidense. “Aunque destruyan edificios, no han podido ni podrán jamás destruir el espíritu de Estados Unidos.”

El líder laborista le dedicó un parlamento al asunto nuclear iraní. “Nuestro mensaje común a Irán es simple: estamos dispuestos a reintegrarlos a la comunidad internacional. Pero primero deben terminar con sus amenazas y suspender su programa nuclear”, recalcó.