La plaza cambiaria consolidó ayer un claro vuelco de tendencia. La venta privada de dólares forzó una nueva baja en la cotización de la divisa y dejó al Banco Central como único comprador. Los exportadores de granos volvieron a ingresar buena parte de la venta de sus cosechas aprovechando la escalada de los precios internacionales y el organismo monetario intervino para detener una caída todavía más pronunciada. El verde se negoció en 3,675 pesos, dos centavos menos que lo que se pagó la semana pasada. También impactó en ese mercado la apreciación del real en Brasil, que ya cotiza en 2,21 unidades por dólar. Al público las pizarras de las agencias y bancos del microcentro porteño cotizaron el billete a 3,70 pesos.

Con el arribo de los exportadores de cereales y oleaginosas al mercado y la cautela de los compradores, la balanza se inclinó del lado de los vendedores. Tal como anticipó este diario el fin de semana, los exportadores se quedaron el viernes con operaciones pactadas sin liquidar que fueron cristalizadas ayer –y continuarán hoy– arrastrando la cotización del dólar. El ajuste en los precios de los commodities se repitió, en particular para la soja, y eso adicionó incentivos para que los productores continúen liquidando parte de su cosecha.

El valor del real, seguido de cerca por la autoridad monetaria para no perder competitividad entre ambos países, evidenció un nueva apreciación. La cotización del dólar perdió 0,6 por ciento para ubicarse en 2,218 reales.

La venta de los privados apareció desde el primer minuto. La entidad que conduce Martín Redrado intervino volcando unos 20 millones de dólares para bajar la cotización. Tras iniciar el raíd descendente, el organismo se mantuvo al margen hasta pasado el mediodía. La oferta continuó presionando al dólar a la baja y el Central se hizo nuevamente presente, esta vez comprando, para ponerle un piso a la cotización dos centavos por debajo de la última jornada.

El stock de reservas se redujo, no obstante, en 20 millones de dólares a 46.312 millones de dólares. Por su parte, el Nación fue un cercano colaborador del Central y se estima que absorbió en el final de la rueda unos 10 millones de dólares. El volumen operado ascendió a 324 millones de dólares.

Los cambistas advierten también acerca de una mayor concentración de los negocios en una semana atípica, reducida a tres días hábiles por los feriados de la Semana Santa. Además, suman otros componentes que ayudaron a descomprimir la demanda. “Las noticias sobre un acuerdo de los países del G-20, sumado a que el Central acordó con su par chino swaps cambiarios por hasta 10.000 millones de dólares, tranquilizaron al mercado”, según advierte un informe privado.

Los swaps cambiarios permiten acceder a la divisa de otros entregando el equivalente en su moneda. Ayer el Banco de Inglaterra, el Central Europeo, el de Japón y el Suizo anunciaron que prestarán sus divisas a la Reserva Federal estadounidense, en el marco de acuerdos de este tipo, en caso de ser necesario. Válidas hasta el 30 de octubre, estas líneas swaps de reciprocidad “permitirán a la Fed suministrar divisas extranjeras a las instituciones financieras estadounidenses”, según detalla un comunicado de la Fed. La Reserva podría disponer de hasta 30.000 millones de libras esterlinas, 80.000 millones de euros, 10 billones de yenes y 40.000 millones de francos suizos, respectivamente sobre cada autoridad monetaria involucrada.

El mercado accionario porteño respondió con la toma de ganancias que se esperaba, luego de la escapada de 5,6 por ciento con la que despidió la semana pasada. El panel de empresas líderes Merval finalizó con un retroceso de uno por ciento, en línea con el derrape generalizado de las Bolsas internacionales. A nivel local, la caída del precio del petróleo tuvo especial incidencia en las cotizaciones con mayor ponderación dentro del indicador.