Trabajadores de una empresa contratista de Alto Paraná bloquearon ayer la entrada a la planta de esta compañía para reclamar por la reincorporación de 38 despedidos. El conflicto en la empresa misionera es con operarios motosierristas. Si bien la compañía señala que está en quiebra, los trabajadores denunciaron que cambiaron mano de obra por tecnología. En menos de seis meses, el plantel se redujo de 400 a 150 empleados. “Los motosierristas no tienen por qué pagar el costo de la rentabilidad empresaria. Este conflicto es, además, una clara manifestación de los manejos de la empresa que trabaja con contratistas, dejando a los trabajadores en una situación de alta vulnerabilidad”, sostuvo Pedro Wasiejko, secretario adjunto de la CTA. Por su parte, en Córdoba, empleados de la automotriz Iveco realizaron ayer una protesta para pedir la reincorporación de dos delegados gremiales suspendidos. La empresa accedió semanas atrás a no despedir a 89 empleados contratados, pero avanzó con las suspensiones.