El dólar cerró ayer sin cambios a 3,76 pesos, no obstante despidió el mes con una leve apreciación de tres centavos respecto de abril último. Como contrapartida, la moneda brasileña siguió su carrera ascendente y cotizó por debajo de los 2 reales por billete verde, por primera vez en el año. La administración Lula da Silva manifestó su preocupación ante la pérdida de competitividad que les significa la ampliación de la brecha cambiaria entre su moneda y el resto de la región. La Bolsa porteña también logró recoger una última rueda positiva, en la que el índice MerVal ganó 1,7 por ciento para acumular un alza 24,5 por ciento respecto del cierre del mes previo. Los bonos sin duda fueron los que mejor desempeño tuvieron en este lapso con incrementos que bordearon el 25 por ciento. Fuera de esto, los papeles del Banco Hipotecario se vieron favorecidos por la decisión oficial de utilizarlo para canalizar los créditos hipotecarios y arrojaron un salto del 64 por ciento a lo largo de mayo.

Luego de la corrida en favor del dólar en la que se incurrió en varios países de la región, mayo se presentó como el mes de la sintonía fina. Mientras que la autoridad monetaria continuó con su proceso de leve depreciación del peso, Brasil inició un retroceso en la cotización de la divisa estadounidense. La valorización del real continúa imparable por el incesante ingreso de capitales extranjeros confiados en la recuperación de esa economía. La afluencia fue tal que logró ubicarse por primera vez en el año, al cierre del mercado cambiario, por debajo de las dos unidades por dólar. La divisa brasileña se negoció al fin de la jornada a 1,97 por billete verde, tras acumular una apreciación de 17,4 por ciento en lo que va de 2008, y de 10,6 durante mayo.

El real había perdido 23,2 por ciento durante el año pasado frente a la divisa estadounidense. En ese momento, el dólar se operaba en la plaza paulista a 2,50 reales, y en el mercado de cambios porteño se ofrecía a 3,50 pesos. Actualmente la brecha se amplió con un dólar a menos de 2 reales y a 3,76 pesos. Esto provocó mucha incertidumbre entre los funcionarios cercanos a Lula. El ministro de Hacienda, Guido Mantega, alertó durante un seminario en San Pablo que “la valorización del real entorpece a los sectores productivos, a los sectores exportadores y a la agricultura. Entonces, constituye una fuente de preocupación”, aseguró. Por su parte, el presidente del BC, Henrique Meirelles, en declaraciones al Congreso, se manifestó contrario al control del cambio porque “las tentativas de manipulación hechas por las autoridades monetarias no han sido exitosas”.

En la plaza porteña, el dólar al público se despidió en 3,76 para la venta, eso es tres centavos arriba de los valores de treinta días atrás o con una diferencia de casi un uno por ciento. El Banco Central alternó compras y ventas en el mercado mayorista para establecer un rango de fluctuación y finalizó con un stock de reservas internacionales en 46.631 millones de dólares.

Las acciones tuvieron el mejor raid alcista en meses. Con un alza de 25 por ciento, el índice MerVal concluyó mayo con la más alta rentabilidad en contraste con el dólar y los plazos fijos. En el grupo de las empresas líderes se ubicaron en el podio de rendimientos las acciones de Grupo Financiero Galicia, con el 42,5 por ciento; Banco Francés, con el 42 por ciento; y Petrobras Brasil que repuntó 36 por ciento. De todos modos, la sorpresa fue el Banco Hipotecario. Por su parte, entre los bonos de la deuda y en la familia de los Boden se destacaron las emisiones que vencen en el 2012 y 2013 con subas en torno a 24,6 y 19,4 por ciento, respectivamente. El Bogar 2018 acumuló una ventaja de 18 por ciento y el Descuento en pesos de 24,6, mientras que el Par en la misma moneda remontó 25,6 por ciento.