El Estado Federal estadounidense está ahora en una situación que le permite imponer sus decisiones en varias empresas importantes del país, aunque las autoridades repiten que su presencia en el capital de estos grupos es temporal y que planea desempeñar el papel de un accionista pasivo. He aquí las principales empresas estadounidenses en las que el Estado tomó participaciones significativas desde el otoño pasado:

- AIG: El Estado detenta 79,9 por ciento del capital del ex número uno mundial de los seguros, luego de haber aportado más de 170.000 millones de dólares en efectivo y en garantías para evitarle la quiebra.

- Fannie Mae y Freddie Mac: Fueron colocados bajo tutela del Tesoro en septiembre. El Estado abrió una línea de crédito de 200.000 millones de dólares a cada uno de esos grupos privados, a fin de ayudarlos a mantener una situación neta positiva.

- Citigroup: El Tesoro, que aportó 45.000 millones de dólares de ayudas al ex número uno mundial de las finanzas, prevé convertir próximamente en acciones ordinarias una parte de sus títulos preferenciales, lo que le asegurará el 34 por ciento de su capital.

- GMAC: El Estado estadounidense, que aportó 12.500 millones de dólares al grupo de crédito automotor, prevé convertir en acciones GMAC un préstamo acordado a General Motors, su ex casa matriz. La operación dará 34,6 por ciento del capital al Tesoro.

- Chrysler: El plan de reestructuración aprobado el lunes por la Justicia neoyorquina estipula que el gobierno estadounidense detentará 8 por ciento del capital de la empresa. El gobierno canadiense dispondrá por su parte de dos por ciento.

- General Motors: El Estado Federal, que aportó 20.000 millones de dólares al grupo para mantenerlo con vida y le promete otros 30.000 millones, asumirá el 60 por ciento del capital de la empresa que nacerá de los escombros del ex número uno mundial del sector automotor.