ECONOMíA › RESULTADOS NEGATIVOS DE INDICADORES ECONóMICOS DE ESTADOS UNIDOS AFECTARON LAS BOLSAS MUNDIALES
Varias estadísticas económicas mostraron que la principal potencia global todavía se mantiene en terapia. Además, el titular de la Fed advirtió sobre el crecimiento del déficit fiscal y de la deuda. La reacción fue una caída generalizada de las Bolsas.
La publicación de nuevas cifras negativas acerca de la actividad económica estadounidense impactó en los mercados internacionales. Los pedidos manufactureros y el desempeño del sector de servicios fueron los que presentaron la mayor retracción. Los resultados fueron incluso más desfavorables que los pronósticos privados más pesimistas. El Departamento de Comercio estadounidense informó que el valor de los pedidos a las fábricas tuvo apenas un incremento de 0,7 por ciento en abril, mientras se esperaba cerca de un 1,0 por ciento. Los servicios, en tanto, sufrieron durante mayo una fuerte retracción por octavo mes consecutivo. Entre los inversores también provocaron inquietud las declaraciones del titular de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en el Congreso, donde instó al Ejecutivo a recortar el déficit público. En ese contexto, la plaza neoyorquina arrojó una caída de 0,7 por ciento. En el otro lado del Atlántico, las Bolsas europeas finalizaron más temprano con retrocesos en torno de 2,0 por ciento. En el Viejo Continente también influyó la noticia de que el PIB de la Eurozona, en el primer trimestre del año se contrajo 2,5 por ciento.
Fue una jornada negativa en materia de datos económicos. Las principales variables de la actividad productiva presentaron, en el mejor de los casos, mediocres avances que no llegaron a conformar a los inversores. De hecho, el optimismo que dominaba entre ciertos especialistas acerca de una rápida salida de la crisis se truncó en la rueda de ayer, para además finalizar con una seguidilla de cuatro ruedas en alza en Wall Street. En el mediodía se conoció que el valor de los pedidos a las fábricas de Estados Unidos aumentó un 0,7 por ciento en abril, el segundo incremento en tres meses, según difundió el Departamento de Comercio. Si bien parece mostrar una leve recuperación del sector, el número estuvo lejos del 0,9 por ciento adelantado. El organismo también realizó una dura revisión a la baja del dato de marzo: la contracción fue de 1,9 por ciento y no de 0,9 como se había estimado inicialmente. La producción de servicios, por su parte, se contrajo en Estados Unidos el mes pasado, de acuerdo con datos de Instituto de Gestión de Suministros (ISM). El índice de esa actividad que elabora una entidad privada se situó en 43,7 puntos, por debajo de los 50,0 que marcan un límite entre la expansión y la contracción.
Como consecuencia del deterioro de la actividad económica, el empleo tuvo una nueva ola de recorte en mayo. Según la consultora Automatic Data Proccessing, las empresas despidieron 532.000 personas. La firma privada también revisó los datos correspondientes a abril y determinó que en ese período la destrucción fue superior en 54.000 empleos a lo que se había calculado al cierre de mes (en total se eliminaron 545.000 puestos de esa nómina laboral). Las empresas del sector de servicios emplearon el mes pasado a 265.000 personas menos que el previo y las de producción de bienes eliminaron 267.000 puestos de trabajo, mientras que se registró una caída de 149.000 en el sector manufacturero.
A las cifras publicadas se sumó el llamado de atención que hizo Bernanke ante el Congreso estadounidense: recortar el déficit record de ese país. El funcionario justificó el pedido en el peligro de erosionar la confianza de los consumidores y las perspectivas económicas a largo plazo. “Mantener la confianza de los mercados financieros requiere que (...) comencemos a planificar para restaurar el equilibrio fiscal”, dijo Bernanke ante el Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes. La Casa Blanca prevé cuadruplicar este año el déficit de las cuentas públicas en comparación con 2008. El presidente de la Fed defendió las intervenciones públicas que se llevan a cabo para rescatar a sectores clave de la economía. “Era necesaria y apropiada”, insistió Bernanke. A pesar de sus advertencias, manifestó su “desacuerdo” con las críticas que formuló anteayer la canciller alemana Angela Merkel sobre la compra de títulos de deuda que realiza la Fed. “La Reserva Federal no monetizará la deuda”, respondió.
El impacto más inmediato se verificó en el dólar, que en la rueda previa había tocado su mínimo frente al euro. Eso permitió amortiguar la caída de varios papeles bursátiles energéticos y mineros que arrastraron al índice Dow Jones a una caída de 0,7 por ciento.
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