ECONOMíA › EL INDEC VE UN LENTO RETROCESO DE LA ACTIVIDAD INDUSTRIAL, CON FUERTE DISPARIDAD ENTRE SECTORES
De acuerdo con el organismo oficial, la actividad industrial retrocedió en mayo 1,7 por ciento respecto del mismo mes de 2008. Atribuyen a subas en Alimentación, Químicos y Minerales la compensación por la baja en los metalmecánicos.
La producción manufacturera del mes de mayo se colocó, en términos desestacionalizados, 0,2 por ciento por debajo de la medición de abril y 1,7 por ciento atrás de los registros de mayo del año pasado. La estimación del Indec, a través de la serie del EMI, revela que en los primeros cinco meses del año se produjo una oscilación del índice de producción industrial que la coloca por debajo de los valores registrados prácticamente a lo largo de todo el año pasado, con la sola excepción de marzo y junio. Los valores de los principales rubros del sector (automotor, metálicas básicas, textil) muestran caídas más que importantes (del 12 al 35 por ciento) respecto del año pasado, lo cual amplía las diferencias entre las mediciones de consultoras privadas (que dan más alta ponderación a aquellos sectores) y las que realiza el Indec sobre una más amplia gama de productos.
Comparando el nivel de actividad industrial en los primeros cinco meses de 2009 con igual período del año anterior, se observa un retroceso del 1,8 por ciento. Medido por rubro, la industria de alimentos es una de las pocas que tiene una evolución positiva: 11 por ciento de crecimiento midiendo mayo contra mayo, y un aumento del 13 por ciento considerando los primero cinco meses del año contra igual período del anterior. La industria textil sufrió una baja interanual en mayo del 12,2 por ciento, y algo superior (13,2 por ciento) comparando el período enero/mayo de 2009 con respecto al similar de 2008.
Dentro del rubro, los renglones de Hilados de algodón y Tejidos son los que más retrocedieron, mientras que fibras sintéticas y artificiales logró una importante recuperación respecto del año pasado. Según aclara el Indec, aunque este último renglón pertenece al bloque Sustancias y Productos químicos, es presentado dentro del bloque textil a los efectos de su presentación y comparación con líneas sustitutas.
En cambio, otros sectores igualmente trascendentes evidencian fuertes caídas. En industrias metálicas básicas (acero crudo y aluminio primario), el retroceso es del 35,2 por ciento considerando sólo mayo y del 31,6 por ciento si se toman los primeros cinco meses de cada año. En industria automotriz, cayó la producción 20,7 por ciento en mayo y 31,3 por ciento en el período enero/mayo. También retrocedieron las industrias del neumático y de cemento, aunque no así los rubros en que participan (productos de caucho y plástico la primera y minerales no metálicos la segunda). La refinación de petróleo también se comportó a la baja, en proporciones del 5,4 por ciento en la medición mayo contra mayo y del 4,8 por ciento comparando el acumulado de los primeros meses de cada año.
Las estadísticas del Indec, para la estimación de la producción industrial, otorga una ponderación significativa a otros rubros que resultan de menor importancia o poco mencionados por los encuestadores y analistas privados. Son, justamente, los que en el informe del órgano oficial de estadísticas aparecen con evolución favorable. El bloque Industrias del Papel y Cartón, de Edición e Impresión muestra subas del orden del 7 por ciento en las comparaciones interanuales; Sustancias y productos químicos y Productos minerales no metálicos también tuvieron cifras positivas, en especial el primer bloque. En los resultados generales, su buen desempeño habría sido suficiente para casi compensar la caída importante en los rubros principales, arrojando en promedio un descenso interanual de sólo 1,7 a 1,8 por ciento.
En cuanto a las expectativas empresarias, la encuesta cualitativa del Indec para el mes de junio revela, en general y mayoritariamente, que no se esperaban cambios respecto del mes anterior en dotación de personal (97,4 por ciento) o en las horas trabajadas (83,5). No obstante, comienza a observarse una tendencia por ahora marginal hacia un comportamiento negativo: un 2,6 por ciento de empresas estimaban que reducirían su dotación (contra ninguno que augurara aumento) y el 11,5 por ciento pronosticó caída en la cantidad de horas trabajadas (5 por ciento dijo esperar aumentos).
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