El CEO de Telecom Italia, Franco Bernabé, reafirmó ayer el deseo de conservar el control de Telecom Argentina, pero aseguró que no descartan su salida del país. “Si hay ofertas interesantes, podemos considerar una venta, aunque ése no sea nuestro objetivo”, aseguró el directivo al ser consultado por la prensa en Milán. La declaración parece destinada a subrayar que no rematarán sus activos si la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) los obliga a desinvertir debido al impacto local que provocó su alianza europea con Telefónica de España, principal competidor de Telecom en el país. De hecho, ya iniciaron conversaciones informales con distintos interesados para que una posible decisión oficial adversa no los obligue a vender de apuro. Los que aparecen con más chances son el Grupo Clarín y el tándem Eduardo Eurnekian-Ernesto Gutiérrez.

“Estamos en Argentina desde hace tiempo y se ha realizado un trabajo excelente, tanto es así que hoy Telecom Argentina es una sociedad próspera, en crecimiento y con una óptima rentabilidad”, sostuvo Bernabé. Luego agregó que no desean vender, aunque se mostró dispuesto a analizar ofertas: “Tenemos el objetivo, como todos, de revalorizar los activos. Si hay valores interesantes, los veremos y los consideraremos”, afirmó.

La semana pasada, el diario La Nación publicó que los italianos le encargaron al banco Crédit Suisse llevar adelante una licitación privada para encontrar compradores para su filial argentina. La gestión existe, pero los interesados le bajan el perfil y aseguran que no es un remate al mejor postor sino sólo conversaciones informales. “Hablar de licitación privada es excesivo”, señalaron a Página/12.

La puja por el control de Telecom se remonta a abril de 2007, cuando Telefónica de España ingresó como accionista de Telecom Italia. A partir de entonces, el Grupo Werthein, accionista minoritario de Telecom Argentina, comenzó a denunciar una presunta injerencia de los españoles en las decisiones de la firma, que los italianos atribuyeron a una presión para obtener un mayor precio por sus acciones cuando llegara el momento de hacer valer la opción de compra que ambas partes habían acordado en septiembre de 2003. La CNDC inició una investigación y en enero dictaminó que Telefónica debía notificar su ingreso en Telecom. “Resulta indudable que la transacción en análisis implicó un cambio de control de Telecom Argentina”, se aseguró en la resolución. A partir de entonces, la desinversión parecería ser sólo una cuestión de tiempo.