El poderoso Sindicato de Camioneros, conducido por Hugo Moyano, tuvo el martes su primer encuentro para discutir salarios en el Ministerio de Trabajo. Si bien el objetivo del líder del sindicato y titular de la CGT es cerrar lo más rápido posible, la primera jornada de negociaciones fracasó. El gremio pidió un incremento del 25 por ciento y los directivos de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac) lo rechazaron escudándose en la crisis. “Los empresarios se negaron totalmente a dar un aumento porque dicen, como siempre, que no están en condiciones, que ha caído el trabajo”, reprochó Moyano. El sindicalista reconoció la desaceleración en el nivel de actividad, pero advirtió: “Sabemos quiénes renovaron la flota y quiénes viajan”, en relación con la cantidad de trabajo.

Las partes, que el año pasado marcaron el camino para el resto de la economía al acordar una mejora promedio del 19,5 por ciento, se volverán a reunir el próximo jueves. En el Gobierno confían que una vez que pasen las elecciones el sindicato y las empresas acordarán sin problemas. El incremento salarial promedio alcanzado en los 88 convenios colectivos de trabajo firmados hasta el momento es del 17,9 por ciento. Pese al rechazo de Fadeeac a otorgar un aumento, Moyano indicó que todavía no analizan llevar adelante ninguna medida de fuerza. “Fue la primera reunión, el aumento tiene que aplicarse a partir del primero de julio, tendremos seguramente un encuentro del consejo directivo para tomar las decisiones que tengamos que tomar”, puntualizó el sindicalista.

Por otro lado, mientras que más de 3,1 millones de trabajadores ya acordaron mejoras en sus remuneraciones, el Grupo Techint propuso a 1200 de sus empleados jerárquicos y administrativos de su fábrica Siderca, ubicada en Campana, una rebaja salarial del 15 por ciento a cambio de un día menos de trabajo hasta fin de año. En su mayoría se trata de trabajadores no sindicalizados. Desde la Unión Obrera Metalúrgica expresaron su total desacuerdo con la propuesta de la empresa. La reducción implica una disminución promedio de 2000 pesos para los trabajadores que la acepten. Los propietarios de la compañía estudian extender a sus otras empresas el mismo mecanismo.