La nueva reglamentación para la asignación de la Cuota Hilton (CH) despertó polémica. Los frigoríficos exportadores, principales beneficiarios de los preciados cupos de importación otorgados por la Unión Europea, que representan un negocio por más de 330 millones de dólares anuales, festejaron el anuncio oficial porque consideran que brinda transparencia y previsibilidad al proceso. Las críticas llegaron desde la Mesa de Enlace. Sin conocer todavía cómo funcionarán los nuevos mecanismos de distribución que serán difundidos en los próximos días, Federación Agraria arremetió contra la medida por considerar que generará un mayor nivel de concentración en el reparto de la CH. La Sociedad Rural no hizo ninguna referencia a este posible resultado y concentró sus cuestionamientos sobre la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca), que a partir de esta campaña se hará cargo de controlar todo el proceso. Pero lo más curioso fue que María del Carmen Alarcón, de Pampa Sur, cuestionó a la Mesa de Enlace por opinar “desde el facilismo”.

La Cuota Hilton no se caracteriza por su equidad en la distribución de los cupos y las irregularidades en la asignación son conocidas por todos los jugadores de la cadena. Más de la mitad de las 28 mil toneladas exportables está concentrada en unos pocos frigoríficos. En la campaña pasada, Quickfood, Finexcor, Rioplatense, Friar, Gorina, Arre Beef, Argentine Breeders and Packers y Swif Armour fueron algunos de los mayores beneficiarios con más de mil toneladas cada uno para exportar a un precio que oscila entre los 9 mil y 20 mil dólares la tonelada.

La industria concentra alrededor del 90 por ciento de la Cuota y el resto se reparte entre algunos grupos de productores, pero los pequeños ganaderos que son perjudicados por la medida, según FAA, no forman parte del negocio. Sin conocer cómo quedará distribuida la CH, Eduardo Buzzi sostuvo que “es un nuevo paso hacia una mayor concentración”. Por su parte, el presidente del Ipcva, Dardo Chiesa, afirmó que el requerimiento de abastecimiento al mercado interno “lleva a una concentración de los frigoríficos grandes que tienen mayor capacidad para cumplir con estas exigencias”. En el Gobierno aseguran que la nueva distribución beneficiará a los pequeños productores “siempre y cuando cumplan con los nuevos requerimientos y, obviamente, con las normas de la UE”.

Distintos representantes de la Industria y los miembros de la Asociación de Productores Exportadores (APEA) festejaron la medida reproduciendo los argumentos oficiales: “Nos parece favorable porque otorga transparencia y previsibilidad a la distribución de la Cuota Hilton”. Para el presidente de la SRA, Hugo Biolcati, el resultado será totalmente opuesto. El empresario tambero calificó de “negativos” los cambios que introdujo el Gobierno. Pero las críticas de Biolcati no estuvieron apuntadas a la supuesta regresividad de la medida o la mayor concentración que podría generar, sino que se enfocaron en el traspaso del control total de la Cuota a la Oncca. “Siguen desguazando a la Secretaría de Agricultura y haciendo crecer el poder discrecional de la Oncca”, opinó.

La modificación es una pérdida de poder para Carlos Cheppi, responsable de Agricultura. Pero el enfrentamiento de la Mesa de Enlace con la Oncca se debe a los mayores controles que estableció el organismo en el último año, primero bajo la conducción de Ricardo Echegaray y ahora a cargo de Emilio Eyras, un hombre de su confianza. La Mesa de Enlace acusa a Echegaray de trabar las exportaciones. El funcionario remarcó que este semestre se vendió al exterior un 60 por ciento más que en el mismo período de 2008.

El Grupo Pampa Sur, encabezado por la ex diputada Alarcón, sorprendió al criticar a la Mesa de Enlace por su cuestionamiento a la medida “desde el facilismo”. Durante el lockout del año pasado, Pampa Sur apoyó a las patronales agropecuarias, pero esta vez buscó diferenciarse y Alarcón recordó que “en 2004-2005 se le había otorgado a la Oncca la distribución técnica de la cuota y todos aplaudieron esa decisión”.