Dom 30.08.2009

ECONOMíA  › POCA PRESENCIA DE PRODUCTORES EN LAS RUTAS BONAERENSES Y UN DISCURSO RADICALIZADO. MENSAJES CUASIGOLPISTAS

Reclamo que se exaspera y muerde la banquina

› Por Sebastián Premici

Desde Azul y Olavarría

“Vamos por un paro por tiempo indeterminado. Nuestra postura es que ocho días no alcanza, por eso tenemos que presionar a la Mesa de Enlace. Es a todo o nada.” La dirigente autoconvocada Cristina Boubee, una ganadera de Azul que suele ser de la comitiva que acompaña a Alfredo “Minga” De Angeli cada vez que van a “visitar” a los legisladores, quiere arengar a los suyos –que ayer no eran más de 50 productores– y a los ruralistas de Olavarría, para cortar masivamente la ruta 226 el próximo martes. La beligerancia discursiva de los dirigentes agropecuarios de la provincia de Buenos Aires, que responden a De Angeli y a CRA pero se dicen autoconvocados, es inversamente proporcional a lo conseguido hasta el momento. Tras el fracaso de la presión legislativa –reconocido por ellos mismos– y la falta de apoyo en las rutas, los dirigentes quieren llevar al extremo sus posturas –al menos discursivamente– para ganar espacio frente a la Mesa de Enlace. Para organizar esta estrategia que pretende subir de tono con el correr de los días, el próximo lunes habrá una asamblea en Bolívar que nucleará a todos los productores de la zona y el martes se propondrá un corte total de la ruta. Entre los reclamos está la propuesta de elegir un nuevo gobierno integrado por seis legisladores, que salgan de una gran asamblea. La idea es de Boubee, que ya empezó a conversarla en diferentes asambleas pero aclaró a Página/12 que no sería un golpe de Estado sino un “grito de libertad”.

“Vamos al corte, la semana que viene no pasa más nadie”, le adelantó Boubee a De Angeli, en una comunicación telefónica, cuando estaba por terminar un pequeño acto sobre el peaje que une Azul y Olavarría, en la ruta 226. La otra mujer que arenga pero en Olavarría es Norma Urruty, presidente de la Sociedad Rural de esa ciudad y secretaria de CRA. Los llamados productores autoconvovados de ambas ciudades creen que el recambio del Congreso que se dará a partir del 10 de diciembre no significará un cambio en la dirección de la política agropecuaria. Dicen desconfiar de los próximos legisladores, e incluso ya hablan insistentemente de la “vetocracia”, por el veto parcial a la emergencia agropecuaria en la provincia.

A menor presencia de ruralistas en las rutas, pareciera que el discurso que buscan instalar la dirigencia es más encendido. Es lo que se observa en estos primeros días del nuevo lockout. De hecho, un pequeño productor –pequeño de verdad, con 27 hectáreas–, aseveró a Página/12 que dejó de apoyar a los dirigentes porque lo “único que hicieron fue posicionarse políticamente y no consiguieron nada para los chiquititos, chiquititos”.

Olavarría es una zona ganadera que fue castigada por la sequía. De hecho, el clima en la ciudad comenzó a cambiar en 2006, con lluvias cada vez más espaciadas. Más allá de este problema puntual, el tono de los reclamos nunca va acompañado por la cifra de rentabilidad de los productores. No les gusta decir cuánto ganan, por pudor o para no quedar en evidencia.

“El valor del campo es grande pero lo tenés que hacer producir. Nosotros no comemos tierra. Antes teníamos una rentabilidad del cuatro, a veces del cinco por ciento. Pero ahora es negativa”, enfatizó a este diario Guillermo Sonaglia. Dos segundos después y sin que se lo interrumpiese, el ruralista de Azul afirmó: “Después de las retenciones, el pago de la ganancias, bienes personales, el impuesto rural, si te queda un 18 por ciento de margen, es mucho”. La rentabilidad negativa termina siendo un mito que se construyen sobre el asfalto.

“De los 1800 productores ganaderos que hay en Olavarría, el 60 por ciento no llega a las 350 cabezas. Bajo esta política, los productores están ganando 1500 pesos por mes”, señaló a este diario a su vez la dirigente ruralista Norma Urruty. Con 700 hectáreas en producción, ella está dentro del 40 por ciento restante.

El fenómeno de los autoconvocados fue cambiando a lo largo de todo el conflicto agropecuario. Si en marzo del año pasado eran un grupo de ruralistas sueltos que decidieron juntarse espontáneamente para protestar, ahora funcionan como grupos de presión dentro de las entidades de la Mesa de Enlace. A su vez, la Mesa de Enlace se ampara en ellos cada vez que tienen que medir el pulso de “las bases”. El 80 por ciento de los productores de Olavarría que apoyan la protesta están con De Angeli.

–¿Quiénes son sus referentes dentro de la Mesa de Enlace? –preguntó Página/12 al ingeniero agrónomo Oscar Clos.

–Y, (Eduardo) Buzzi la tiene clara. Mario (Llambías) es un tipo muy inteligente. También De Angeli, que tiene mucha fuerza. Ahí el más flojito es Hugo (Biolcati).

–¿Biolcati flojito? ¿No fue él quien habló de un cambio de gobierno adelantado junto a Mariano Grondona? –repreguntó este diario.

–Mirá, la Sociedad Rural ya no es lo que era antes. Todos somos responsables (de los golpes de Estado). Mi generación apoyó el golpe contra Illia –respondió Clos, en referencia a la dictadura militar de Juan Carlos Onganía, surgida del golpe de 1966.

La estrategia de los ruralistas será calentar los motores de a poco. El lunes realizarán una asamblea en Bolívar. Ahí prometen esbozar medidas de protesta más fuertes, como extender el paro por tiempo indeterminado y empezar con los cortes de ruta. De hecho, los productores de Olavarría están organizando el corte para el martes, como una forma de probar las fuerzas que pueden juntar. Tal como reconocieron a Página/12 ruralistas de Azul, Olavarría e incluso desde Gualeguaychú, “la presión política fracasó”. Y frente a ese fracaso, sienten que tienen que subir la apuesta, con o sin el apoyo que tuvieron el año pasado por parte de productores que no andan en 4 x 4 y viven de sus 20 hectáreas.

–Si dicen que en este tiempo el Congreso no les solucionó nada y tampoco creen en lo que vaya a pasar después del 10 de diciembre, ¿qué quieren hacer? –preguntó este diario a Boubee.

–Está la idea, que me parece que se debería instalar más fuerte en las asambleas, de que hay que convocar a una gran asamblea para elegir un nuevo gobierno –respondió la dirigente de Azul.

–Pero eso es pedir la salida anticipada del Gobierno, por no decir un golpe de Estado.

–No, en realidad es un grito de libertad –respondió la ruralista.

–¿Y a quién habría que elegir?

–Seis diputados. Dos del Acuerdo Cívico y Social, pueden ser (Oscar) Aguad y (Ernesto) Sanz, también (Gerardo) Morales. Del PRO me gusta Esteban Bullrich, aunque sé que para llegar a un acuerdo hay que darle algo a (Mauricio) Macri o (Francisco) De Narváez, aunque sean más de lo mismo. También podría estar Fernando Iglesias, una persona que piensa mucho en la gente, y Claudio Lozano. Esa es la gente que tendría que dirigir el país-, respondió Boubee, en una línea finita entre lo absurdo y lo peligroso.

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