La actividad económica retrocedió en julio 1,5 por ciento respecto del mismo período del año pasado, según informó ayer el Indec. Se trata del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que es una primera aproximación a la evolución de la economía, que después es revisada cuando se hace la medición trimestral. Fue el tercer mes consecutivo de caída interanual del indicador. El declive se explica, fundamentalmente, por la merma en el consumo privado y la inversión. Desde el Gobierno advirtieron que durante julio también se hizo sentir el impacto de la gripe A y la caída en el comercio internacional. En la comparación intermensual el comportamiento es más oscilante y la economía reflejó una mejora de 0,7 por ciento con respecto de junio, cuando había caído 1,6 por ciento contra mayo. Las consultoras del establishment estiman contracciones más pronunciadas. La semana pasada el organismo estadístico informó que durante el segundo trimestre del año, el Producto Interno Bruto (PIB) cedió 0,8 por ciento en términos interanuales.

En el Ministerio de Economía sostienen que algunos sectores industriales que habían sentido el impacto de la crisis financiera internacional y la desaceleración interna están comenzando a mostrar mejoras relativas entre agosto y lo que va de septiembre. De todas formas, reconocen que existen casos puntuales, como la construcción, donde todavía se registran perspectivas negativas.

En la cartera que conduce Amado Boudou esperan que esos escenarios de reactivación se comiencen a evidenciar en el tercer y cuarto trimestre del año. Las proyecciones del Palacio de Hacienda estiman que el producto terminará el año mostrando una leve variación positiva de 0,5 por ciento. Según informó ayer el Indec, durante los primeros siete meses del año la economía acumula un incremento del 0,2 por ciento. En julio de 2008 la evolución positiva ascendía al 8,1 por ciento y la variación interanual ascendía al 8 por ciento. La diferencia muestra el impacto de la crisis internacional.

Durante julio y agosto la actividad económica se vio seriamente comprometida por factores internos como la Gripe A sobre el sector turístico. Para el año próximo, Economía estima que el PIB aumentará 2,5 por ciento.

Los datos que presentó el organismo estadístico corresponden al EMAE, que no incluye información desagregada por sectores. El indicador registró caídas interanuales consecutivas desde mayo. Ese mes retrocedió 1,2 por ciento y en junio cedió 1,5 por ciento, cifra que se volvió a repetir en julio.

Si bien el EMAE no permite saber lo que pasó con cada sector, en el Gobierno explican que la evolución del índice no se modificó significativamente con respecto al segundo trimestre. En ese momento, la caída interanual la impulsaron el retroceso en el consumo privado (-1,8) y en la inversión interna bruta fija (-10,7). Como sostienen desde Economía, la caída en este último sector se debió a la disminución en la inversión en construcciones que tienen un peso significativo en la IBIF. El retroceso en la inversión en equipos durables de producción alcanzó el 18,6 por ciento.

El freno a la profundización del impacto de la crisis viene del lado del consumo público. En el período abril-junio ese rubro subió 6,3 por ciento en sintonía con las medidas impulsadas por el Gobierno para enfrentar la desaceleración como la inversión pública en obras viales o en el sector energético, así como el programa de Recuperación Productiva (Repro) que ya cubre parte del salario de más de 120 mil trabajadores.

En el Palacio de Hacienda sostienen que la economía no entrará en una recesión técnica que resultaría de dos caídas trimestrales consecutivas en el nivel de actividad. Para los funcionarios, se estaría frente a una situación de estancamiento. Los consultores que cuestionan los datos del Indec sostienen que la desaceleración está siendo subestimada por el Indec y afirman que la economía está en recesión. Las estimaciones privadas, con sus limitaciones metodológicas, aseguran que el producto se contrajo significativamente en los últimos siete meses y reflejan caídas que superan el 6 por ciento.