El Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina informó ayer que la actividad manufacturera cayó en agosto 9,7 por ciento, respecto del mismo período del año pasado. El mal desempeño estuvo vinculado con la menor producción en la molienda de oleaginosas. Sin embargo, el impacto negativo de los rubros de metales básicos y automotor fue mucho menor. Estos ítems presentaron una marcada mejora gracias a una recuperación del mercado interno. El resultado contrasta con las cifras publicadas para ese período por el Indec. El organismo oficial había informado una caída interanual en agosto de 1,7 por ciento.

Para los primeros ocho mes del año la actividad arrojó una caída de 8,9 por ciento en comparación con igual período de 2008, aunque desde su peor performance, en febrero último, ya logró recuperar un 4,2 por ciento. En comparación con el mes anterior el comportamiento fue estable, de apenas el 0,1 por ciento por debajo de julio. “El resultado agregado es una discreta mejora sobre la cota de febrero”, afirma el texto.

Los relevamientos de la UIA fueron duramente cuestionados por la ministra de Producción, Débora Giorgi, por su falta de rigurosidad. De hecho, representantes de la propia entidad que conduce Héctor Méndez reconocieron que el universo de análisis es reducido. De todos modos, los popes fabriles insisten en que sirve como termómetro casero y otros reconocen como “instrumento de presión” en la tirante relación con el Gobierno.

El estudio, sobre la base de datos de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), señala que la retracción en la producción aceitera supuso una marcada caída en el rubro alimentario, de 8,6 por ciento. El resto de las actividades –a excepción de carnes, con una marcada mejora, y pesca, en baja– se mantuvo sin cambios significativos contra igual lapso del año pasado.

Si bien la industria automotriz y metales básicos continúan en baja respecto de 2008, durante los últimos dos meses se observó una moderación de ese caída. La entidad fabril estima que la industria cerrará 2009 con una caída de 9 por ciento respecto de 2008, año record para la actividad económica, pero será mejor que el de 2006.