Las variaciones en la plaza cambiaria están sujetas a la voluntad del Banco Central, ningún movimiento en el tipo de cambio está fuera de su óptica. A esa situación hay que sumarle un escenario externo donde el superávit comercial se mantiene elevado. En ese contexto, condimentado por el culebrón que protagoniza Martín Redrado, la cotización del dólar al público cerró la jornada dos centavos arriba y alcanzó los 3,86 pesos. El viernes pasado el dólar había subido un centavo. El alza de ayer fue el reflejo de lo sucedido en los días previos en el mercado mayorista, donde operan las entidades financieras y las grandes empresas. La autoridad monetaria intervino vendiendo a futuro para desincentivar las compras de contado. Las reservas internacionales del banco cerraron sin cambios en 48.207 millones de dólares.

Si bien el Central no participó en el mercado de contado, el Banco Nación sí ofreció dólares en ese segmento. En la plaza minorista la divisa llegó a tocar un máximo de 3,87 pesos, un incremento de tres centavos. Esa variación se observó al mediodía, cuando se registró el pico de demanda del sector mayorista. La jornada transcurrió con volúmenes de operación reducidos, 400 millones de dólares, un 25 por ciento menos que el cierre anterior. La actividad de la entidad se concentró en el mercado de futuros y logró desactivar las posiciones compradoras de los bancos y mesas de dinero. Pese a la volatilidad, en la plaza mayorista la cotización de la moneda estadounidense cerró igual que el viernes. Abrió a 3,837 pesos, rozó los 3,86 pesos, para terminar en 3,836 pesos.

“No hay posibilidad de que se observe un fuerte movimiento. Estamos frente a un mercado chico, donde hay menos liquidaciones. En ese escenario hay pulseadas, nos ponen a prueba para ver cómo reaccionamos, pero saben que el Central dispone de poder de fuego para desactivar cualquier jugada”, apuntaron desde el directorio del organismo que conduce Miguel Pesce. En un contexto internacional donde el real se deprecia y el dólar pierde terreno frente al euro, en la entidad estiman que en los próximos meses las reservas internacionales crecerán.

En algunos sectores del Gobierno reconocen la existencia de una decisión política para permitir que la cotización de la divisa varíe dentro de un margen más amplio. Sin embargo, advierten que ayer “la variación fue sólo 0,52 por ciento. No hay chances de que se dispare”, apuntaron y agregaron que “el dólar ya no funciona como termómetro o brújula macroeconómica. No estamos frente a un escenario de restricción externa, ni ante un tipo de cambio artificialmente bajo, los dos escenarios que históricamente detonaban las devaluaciones”.

En tanto, desde el microcentro porteño comentaron que “lo que antes variaba milésimas, ayer se movió centavos por segunda vez. Acá estamos mal acostumbrados a que estuviera quieto. Pero este tipo de oscilaciones son normales en todo el mundo, son las reglas del juego. El mercado está expectante ante el debate por el Fondo del Bicentenario”. En Brasil el dólar cotizó a 1,86 real.

Por su parte el ministro de Economía, Amado Boudou, aseguró que “no hay que esperar sobresaltos, vamos a cuidar que sea un tipo de cambio competitivo. Eso es lo que permitió que las empresas en Argentina tuvieran la protección necesaria y pudieran exportar”. Boudou recordó que en el tipo de cambio estipulado por el Presupuesto 2010, la cotización anual promedio es de 3,95 pesos. Aunque se trata de un valor promedio, la cifra es un 2,5 por ciento superior al valor actual.