“Yo no niego que haya aumentos, pero hablar de más del 20 por ciento hace parecer que la vuelta a clases es para expoliar a la gente y no es así”, respondió molesto el presidente de la Cámara de Papelería, Librerías y Afines, Daniel Iglesias, en respuesta a un relevamiento que difundió la Asociación Consumidores Libres en el último fin de semana. La entidad de usuarios había señalado que la variación promedio de la canasta de útiles escolares con respecto al inicio de clases del año anterior asciende al 29,1 por ciento.

El análisis que hizo Consumidores Libres abarcaba distintos productos que, según indicó, eran de la misma marca y en los mismos negocios relevados hace un año. Según él mismo, hubo artículos que triplicaron sus precios (una birome, que de 50 centavos pasó a 1,50 peso), lo duplicaron (lápiz negro, de 50 centavos a 1 peso) o se incrementaron en un 50 por ciento (goma de borrar, de 60 centavos a 90). También verificaron incrementos en indumentaria, como calzado escolar (33 por ciento) y guardapolvo (28 por ciento). Aunque los precios varían significativamente según las calidades y el barrio, indicaron en Consumidores Libres, en todos los casos las variaciones son de significativa importancia.

Pero según la óptica de Iglesias, el registro de saltos de esa envergadura no se corresponde con la realidad. “Hay tres tipos de canasta: la de productos masivos, que alcanzó aumentos de hasta el 8 por ciento; la de selectivos, que tiene subas de hasta el 15 por ciento, y la premium, que no la medimos”, explicó ayer el dirigente empresario.

También destacó que en las librerías nucleadas en su cámara es posible encontrar los artículos imprescindibles a mejores precios que en los supermercados. Y objetó que las encuestas de precios difundidas estos últimos días “comparan peras con manzanas, ya que ponen como producto básico una marca que es premium”. Iglesias fue más allá al cuestionar a los medios que difunden esos datos, induciendo a los consumidores a ir a mayoristas y a los súper, cuando en los comercios barriales sería factible conseguir mejores precios.

Las discrepancias sobre precios no sólo se dan entre los registros privados y los argumentos del comerciante de útiles escolares. También está abierta la polémica sobre cuánto se encarecieron algunos alimentos, la carne entre ellos.

Según el relevamiento quincenal que realiza Consumidores Libres respecto de treinta y ocho productos alimenticios, en enero éstos se encarecieron un 2,04 por ciento promedio, algunas céntimas por encima del dato oficial (1,6 por ciento, de acuerdo al Indec). Para la consultora de Polino, diecinueve artículos subieron, diecisiete bajaron y dos se mantuvieron estables.