ECONOMíA
› CUESTIONAN LAS CUENTAS FISCALES Y PIDE MAS COMPENSACIONES
El FMI hace de vocero de los bancos
Pese al optimismo de Eduardo Duhalde por un pronto acuerdo, la misión de técnicos del Fondo volvieron a mostrar toda la dureza que le piden desde Washington. Cuestionan las proyecciones fiscales y los números del Presupuesto. Además, exigen que el Estado compense a los bancos por amparos y CER.
› Por Claudio Zlotnik
A pesar de que las negociaciones con el Fondo Monetario volvieron a cargarse de tensión, Eduardo Duhalde se mostró muy optimista. Ayer por la mañana le asignó, en una escala de uno a diez, ocho a la posibilidad de llegar a un acuerdo con el FMI. Sin embargo, los negociadores argentinos dejaron trascender cierta molestia con los técnicos del organismo. Una alta fuente de Economía señaló a Página/12 que las conversaciones con la delegación llegada desde Washington se están dando en un clima de desconfianza mutua. Los expertos extranjeros se muestran incrédulos sobre las cifras que despliegan los funcionarios. Además, reclaman un fuerte ajuste fiscal para el próximo año. Y presionan para que el Gobierno compense a los bancos por los amparos y la eliminación del CER antes de que termine el año.
En su encuentro con periodistas acreditados en la Casa Rosada, por el brindis de fin de año, Duhalde otorgó ocho sobre diez puntos a las chances de acuerdo con Washington. El cambio de expectativas, según comentaban en la Casa Rosada, se debe a la presión que están ejerciendo algunos gobiernos europeos, como Italia y España. El propio jefe de Estado reveló que mantuvo dos contactos telefónicos con su par español, José María Aznar, quien le prometió interceder ante el alemán Horst Koehler para apurar el acuerdo.
Desde Washington, no obstante, enfriaron las expectativas. Según un despacho de la agencia de noticias internacional Dow Jones, los técnicos del Fondo habrían descubierto un grueso bache en la confección del Presupuesto 2003 que todavía debe tratar el Parlamento. Según esa información, en vez del superávit fiscal prometido, en el proyecto aparece un rojo de unos 2500 millones de pesos. Consultados por este diario, voceros del ministro Lavagna se negaron a dar precisiones. “No vamos a dar detalles de las negociaciones, por lo menos hasta el día en que éstas finalicen”, apuntaron las fuentes. Sólo aclararon que el vocero del Fondo, Francisco Baker, les aseguró que “ningún funcionario del organismo estaba autorizado a dar detalles de las conversaciones”.
Un funcionario del equipo económico admitió, en diálogo con Página/12, que existen complicaciones en las negociaciones. En primer lugar, la fuente citó el pedido del Fondo para llevar a cabo un ajuste de 2,5 puntos del Producto Bruto en el Presupuesto 2003. En el proyecto que está en el Congreso figuran recortes por 1,8 punto del PBI. Al mismo tiempo, los enviados están planteando otros temas:
- La revisión no sólo de las cuentas fiscales de la Nación sino también de las provincias. “Se muestran muy incrédulos. Desconfían del aumento de la recaudación que les mostramos. Lo mismo ocurre con la evolución de los depósitos. Quieren ver si es cierto que vienen en aumento”, resaltó el funcionario.
- Compensaciones a los bancos. En línea con el pedido de los financistas, el Fondo reclama que, antes de fin de año, el Gobierno defina las compensaciones por los amparos judiciales otorgados al tipo de cambio libre (las entidades financieras sólo se hacen cargo de 1,40 más el CER por cada dólar depositado) y por la eliminación del CER en ciertos créditos. En total, ambos conceptos suman unos 8000 millones de pesos, según las cuentas que sacaron los bancos. Al mismo tiempo, los financistas exigen que les permitan cancelar 17 mil millones de pesos de redescuentos con bonos de la deuda (préstamos garantizados).
Para explicar el optimismo, en la Casa Rosada apelaban al siguiente argumento: que el Fondo acordaría con la Argentina antes del 17 de enero, fecha en que Economía debería girar 1065 millones de dólares para saldar un vencimiento impostergable. Incluso, barajaban la posibilidad de un pacto por seis meses, renovable por otros seis, con el objetivo de que se posterguen los pagos que deban efectuarse durante ese período. Pero que no habría desembolsos de fondos frescos. Mientras tanto, Anne Krueger recibió duras críticas de parte de diversas asociaciones que representan a los inversores privados y corredores de bonos. Están en contra del proyecto de la Dama de Hierro de reestructuración de las deudas de los países emergentes. Este fue un revés para Krueger en medio de las inflexibles negociaciones con la Argentina.
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