A pesar de que Roberto Lavagna dijo que rechazaba la exigencia del FMI de un aumento de impuestos, el Ministerio de Economía envió al Congreso un paquete de modificaciones tributarias, con el objetivo de aumentar la recaudación en unos 1000 millones de pesos durante 2003. Se trata de una serie de “correcciones” en las alícuotas o en el alcance de los impuestos, pero que producirá un cambio sustancial en el desempeño fiscal del Estado. El Gobierno necesita obtener un superávit primario (antes del pago de la deuda) equivalente al 2,5 por ciento del PIB, según se estableció en la negociación con el Fondo. La Cámara de Diputados empezó a aprobar ayer esos cambios impositivos, convirtiendo a algunos en ley y dando a otros media sanción.
Uno de los tributos que más recaudación aportará es el de Créditos y Débitos Bancarios, más conocido como Impuesto al Cheque. Su creación es obra de Domingo Cavallo, que como tantas otras veces dijo que su aplicación sería transitoria. Lo que Diputados hizo anoche fue prorrogar su vigencia por un año, medida que debe ser ratificada por el Senado. Se estima que acercará ingresos a las arcas públicas por 400 millones de pesos.
Pero si Lavagna avaló aquel impuesto de Cavallo, rechazó otro. Se trata de la exención del pago del gravamen a la Ganancia Mínima Presunta para los sectores beneficiados por los planes de competitividad. Economía reclamó que se suprima esa eximición y le apuntó directamente al ex ministro. “Se estima oportuno señalar –menciona el proyecto girado al Congreso– que el otorgamiento del beneficio no trajo consigo los resultados esperados, pues la sustancial merma de los recursos fiscales que ocasionó no se tradujo en ningún momento en un factor generador de la actividad económica.” Los diputados le hicieron caso parcialmente, dado que no anularon el beneficio, pero le dieron potestad al Poder Ejecutivo para que lo haga.
Otro cambio votado ayer fue la reducción del IVA agropecuario del 21 al 10,5 por ciento. El Gobierno considera que la rebaja permitirá disminuir la evasión, al achicar los montos de devolución del IVA a los exportadores. Respecto de los exportadores, se dio media sanción a una medida relevante. Se dispuso que deben pagar Ganancias por los reintegros que obtienen por sus ventas, carga de la que hasta el momento se encuentran exentos.
El último de los cambios que había aprobado anoche la Cámara baja era el aumento de las contribuciones patronales. En rigor, lo que se establece es la disminución en 1,5 punto porcentual de lo que se puede tomar a cuenta de IVA por aportes patronales. Al cierre de esta edición, los legisladores estaban trabados en el debate sobre el Impuesto a la Transferencia de Combustibles, que transformaría en porcentual el gravamen que hoy se aplica como suma fija. Los temas que quedaron para después eran la reducción de Ganancias del 35 a 30 por ciento para las empresas, a modo de ajuste por inflación, y la eximición de Bienes Personales a la tenencia de Boden y Cedros.