El CEO de Telecom Italia, Franco Bernabé, dijo ayer en Milán que “la venta de Telecom Argentina está en curso y estamos convencidos de que llegaremos a una conclusión pronto”. De esta forma, la empresa se pronunció en forma explícita acerca del trámite de venta. Según trascendidos, la parte de la compañía que está en manos de los italianos pasaría a ser propiedad de grupos empresarios locales cercanos al Gobierno. El mejor ubicado es la Corporación América, liderada por Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez, que controla Aeropuertos Argentina 2000. Más atrás aparecen el grupo IRSA, encabezado por Eduardo Elsztain, y el grupo Pegasus. La operación se haría en unos 500 a 650 millones de dólares. La intención de los italianos de retirarse del mercado local viene motivada por la disputa con el Gobierno y con la familia Werthein, grupo con el que comparte el comando de la empresa. Por otra parte, Bernabé descartó que la telefónica italiana vaya a fusionarse con la española, una versión que venía tomando fuerza.

A partir de la entrada de Telefónica de España en Telecom Italia en 2007, una parte minoritaria de Telecom Argentina quedó en poder de los españoles, que también tienen propiedad sobre la filial local de Telefónica. Ambas empresas son competidoras en la Argentina, en un mercado que tiene un duopolio. Por ello, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) realizó una investigación para determinar si Telefónica tenía injerencia en las decisiones estratégicas de Telecom.

Para la visión oficial, la vinculación entre ambas multinacionales constituye una operación de concentración “que viola la legislación antimonopolio”. El paquete accionario de Telecom Argentina es en un 50 por ciento propiedad de Telecom Italia y la otra mitad del grupo local que dirige la familia Werthein. Telefónica tiene el 5,6 de las acciones con derecho a voto de forma directa en Telecom, mediante la sociedad Telco, y el 18 por ciento en forma indirecta, mediante la adquisición de la compañía Olimpia. Por lo que suma un total del 23,6 por ciento de la participación accionaria de Telecom. Sin embargo, los españoles son los únicos operadores técnicos dentro de Telecom Italia, con lo que su injerencia real puede ser mayor de lo que indica su participación accionaria.

La presentación oficial de la CNDC obligaba a Telecom Italia a desinvertir en la filial local, proceso que debía iniciarse el 25 de febrero pasado. Pero esta intimación fue frenada antes por la Cámara en lo Penal Económico, que consideró que no existe control “ni directo ni indirecto” por parte de Telefónica en Telecom. Frente a esto, la presidenta Cristina Fernández indicó que “no permitiremos ningún monopolio. Si no se resuelve en la Justicia, será el Parlamento el que tenga que tomar cartas”. Ahora, la salida de Telecom Italia parece encaminada a concluir.

Las gestiones para una potencial venta se iniciaron luego de la resolución de la CDNC, el 27 de agosto de 2009. En aquel momento, Telecom Italia encargó a la institución financiera Credit Swiss que contactara interesados. Ahora, los mejor posicionados son la Corporación América, de Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez. Detrás aparecen el grupo IRSA, de Eduardo Elzstain, y Pegasus (propietario de Fre-ddo, Musimundo y las confiterías Aroma). Por su parte, el Grupo Clarín nunca ocultó su deseo de ingresar a Telecom, pero el enfrentamiento que mantiene con el Gobierno lo deja relegado.

El valor que se estima en el mercado está entre 500 y 650 millones de dólares. De hacerse la transacción, deberá pasar por el ojo revisor de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC). Uno de los actores que salen favorecidos con la salida de Telecom Italia son los Werthein, a partir de la disputa por el control de la empresa que mantienen con los europeos.

El negocio en cuestión es gigantesco. Telefónica y Telecom controlan el 90 por ciento de la telefonía fija, en un mercado que mueve más de 25 mil millones de pesos por año y que podría crecer mucho más si a las telefónicas les permiten ofrecer televisión por sus propias redes, algo tecnológicamente posible.

Informe: Javier Lewkowicz