ECONOMíA › BOUDOU PRESENTO LA OFERTA DEL CANJE PARA LA DEUDA EN DEFAULT. EL LANZAMIENTO SE HARIA EN DIEZ DIAS, CON VENTAJAS PARA ACREEDORES CHICOS
Con la misma composición de la oferta de 2005, pero sin pagos retroactivos por el cupón de ajuste por crecimiento del PIB, la oferta de canje que ayer expuso el ministro de Economía confirma los trascendidos. La adhesión podría llegar al 80 por ciento.
› Por Cristian Carrillo
El ministro de Economía, Amado Boudou, anunció ayer el detalle de la oferta de canje que se presentará en los próximos días a los bonistas que quedaron afuera de la reestructuración de 2005. A pesar de que resta aún registrar la propuesta en algunas comisiones de valores internacionales, el Gobierno develó la letra chica del paquete de títulos para mitigar el nerviosismo del mercado y acelerar los tiempos burocráticos de los reguladores. El contenido de la oferta no deparó sorpresas –estuvo dentro de lo que se fue conociendo en los últimos días–, salvo por la decisión de abonar en efectivo los intereses vencidos desde el 31 de diciembre de 2003 a la fecha a los inversores minoristas. “Los bonos que se van a entregar son exactamente los mismos que se entregaron en 2005”, adelantó Boudou, para luego enumerar los títulos Discount, Par y Cupón PBI que integran la propuesta. Se ofrecerá además Global 2017 a inversores institucionales por los intereses caídos, siendo la primera emisión bajo legislación extranjera desde la salida del default. Tal como anticipó este diario, el paquete no incluirá los pagos atrasados del cupón atado a la marcha de la economía.
El secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, seguía en Roma, donde hasta ayer mantuvo contactos con la Commissione Nazionale per le Società e la Borsa (Consob) para destrabar las registraciones de la oferta en el organismo italiano. El ministro Boudou decidió entonces hacerse cargo del anuncio. En las primeras filas sí se pudo ver el resto de la cartera. Con los funcionarios se mecharon muchos directivos del sector financiero y bancario, pero también comercial e industrial. A pesar de tener una silla reservada en primera fila, el industrial y tesorero de la Unión Industrial, José Ignacio de Mendiguren, no pudo asistir. La expectativa ganó los pasillos de Economía y no faltaba quien consultaba a funcionarios de segunda línea detalles, para no esperar los diez minutos que faltaban para el anuncio.
Tal como anticipó este diario, la propuesta se desdobló entre minoristas e inversores institucionales. Para los grandes se mantuvo la que presentó originalmente al Gobierno el grupo de bancos Barclays, Citi y Deutsche. Los instituciones ostentan 10.000 millones de dólares en deuda defaulteada y se comprometieron a ingresarla al canje, lo que pone un piso de adhesión de 50 por ciento asegurado. Estos recibirán bonos Discount, que presentan una quita del 66,3 por ciento. A esto se les anexará cupones de PBI “uno a uno” (es decir, por cada dólar de deuda recibirán además un dólar de cupón). Los cupones abonarán anualmente el crecimiento de aquí en adelante, y no se reconocerán los pagos efectuados en 2006, 2007, 2008 y 2009. “Por los intereses devengados desde que la Argentina salió definitivamente del default a la fecha, vamos a entregar un bono con pago del capital al final, Global 2017, con una tasa del 8,75 por ciento”, dijo Boudou.
Hasta aquí no hubo sorpresas. Sin embargo, para los minoristas anunció un pago en efectivo de los intereses devengados (por 160 millones de dólares), en vez de los Global 2013 con los que trabajaba Economía en un principio, como “un importante incentivo”, según palabras de Boudou. El resto del paquete se compone con títulos Par, que tiene un valor de mercado menor, pero se reconoce la totalidad del monto elegible (sin quita). Además reciben cupones PBI bajo las mismas condiciones que los institucionales. Para establecer la condición de inversores minorista, dado que reciben condiciones más favorables, Finanzas definió que sean aquellos con bonos hasta 50.000 dólares (o el equivalente en las distintas monedas). Estos están concentrados en Alemania e Italia, ya que el otro foco de tenedores era Japón hasta que canjeó su deuda en 2005. La emisión máxima de bonos Par es de 2000 millones de dólares.
–¿Por qué se descartó la emisión de un bono a tres años y se decidió por pagar en efectivo a los minoristas? ¿Hubo presión de estos inversores? –le preguntó Página/12 a Boudou.
–Primero habíamos pensado en un bono Global 2013, aunque cuando hicimos el análisis completo tuvimos el visto bueno para avanzar en un pago en efectivo. Estábamos buscando incentivos que se pudieran dar a los minoristas que sean identificados como tales y que sea fiscalmente cumplible para nuestro país. No tiene que ver con ninguna presión. Es más, esta es la primera vez que se está conociendo la propuesta en nuestro país –contestó.
Sin embargo, según pudo saber este diario, Lorenzino arribó a Italia con la propuesta definitiva este martes, para lograr convercerlos de que se apuren en las autorizaciones para poder iniciar la operación.
El otro tema sobre el que había dudas era la posibilidad de abrir un proceso de suscripción de deuda nueva adicional (lo harían los institucionales) por unos mil millones de dólares. Sobre este punto, Boudou sostuvo: “Vamos a abrir un nuevo libro para Global 2017, pero la Argentina se guarda el derecho de tomar esos montos a medida que vaya avanzando el canje”. En este caso, el Global 2017 se convierte “en la primera emisión con legislación extranjera desde el default y la puerta para una vuelta a los mercados”, aseguró a este diario el subsecretario de Financiamiento, Adrián Cosentino. Por este título se emitirán 1500 millones de dólares y podrá ingresar cualquier inversor, no sólo aquél que adhiera al canje.
El último punto que definió respecto de la operación es la comisión. “En este canje las pagan los acreedores, y no tienen forma de trasladarla al Estado argentino, porque esto no es una licitación”, dijo el titular del Palacio de Hacienda. La comisión será de 0,40 dólares por cada cien nominales. “Esto es una mejora respecto del canje anterior que va a implicar un ahorro de 75 millones de dólares para la Argentina”, agregó el ministro. Reiteró que espera un piso de aceptación del 60 por ciento. No obstante, los informes de la mayoría de la consultoras del mercado –además de estimaciones internas de Economía– elevan ese umbral a entre 75 y 80 por ciento. “Por cómo vino evolucionando el precio del Discount, bono emblemático de la operación, como el Cupón PBI y el riesgo país, entendemos que vamos a llegar a este piso”, señaló. Insistió en que la quita global será mayor a la de 2005, pero el número final tendrá que ver con el precio de los papeles al momento del canje.
La operación se lanza en “no más de diez días”, según anticipó, y durará un mes, aunque habrá un corte en la primera semana para liquidar el ingreso de los mayoristas. Por su parte, el road show con la propuesta comenzará el lunes 26 y se compondrá de cuatro delegaciones encabezadas por Boudou, Lorenzino, Cosentino y el viceministro, Roberto Feletti, que visitarán los principales mercados. De todos modos, estos tiempos continúan condicionados a que arribe la documentación que falta de los reguladores, en especial de Italia. “Lorenzino me comunicó que el escenario era positivo en Roma”, señaló Boudou.
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