El Banco Central volvió a intervenir en el mercado cambiario vendiendo dólares, pero la presión compradora de quienes intentaban cubrirse por la inminencia de la flotación elevó la cotización a entre 2,10 y 2,15 para la venta y 1,90 para la compra. En la city se repitió la escena característica de los últimos días, con grandes aglomeraciones de personas frente a las entidades que mantuvieron una cotización no superior a 5 centavos de la oferta oficial. Hubo un cacerolazo en el Banco Nación donde los manifestantes, que contaron con la adhesión espontánea de quienes esperaban para comprar dólares, llegaron a las puertas mismas del despacho del presidente de la entidad.
La intervención del BCRA por un total de unos 40 millones se realizó en dos oportunidades, una por la mañana y otra a la tarde, a través de partidas de hasta 500.000 dólares, a un precio de 1,75 por unidad. Las restricciones que existieron para adquirir billetes –entre 200 y 500 dólares por persona– exacerbó los ánimos del público, que no obstante soportó las colas con estoicismo. Hubo personas que empezaron a hacer cola a las 5 de la madrugada. También como en los últimos días, no faltaron quienes compraban en una vereda y vendían en la de enfrente. En medio de las fluctuaciones en las cotizaciones, quienes compraron a 1,80 peso tuvieron la oportunidad de vender a 1,90. Un negocio que dejó márgenes de ganancias más amplios a los denominados “arbolitos” que ofrecen sus servicios a unos centavos menos que los valores de compra de pizarra. Sobre el cierre de la jornada, en la franja mayorista se habló de 1,95 y 2,00 pesos para la compra y venta, respectivamente. El dólar futuro cotizó a 2,65 pesos a 1 mes y a 4,30 a un año.
En medios de gritos y el batir de las cacerolas que retumbaban en el enorme hall del Banco Nación cientos de ahorristas coparon la sede central de esa entidad, frente a la Plaza de Mayo. Cerca de las 14.30, cacerola en mano, los depositantes fueron ingresando al banco ubicado en Reconquista y Rivadavia a los gritos por que les devuelvan el dinero que tienen en el corralito. Los primeros sorprendidos fueron los cientos de personas que aguardaban llegar a las ventanillas para comprar dólares, quienes acompañaron la movilización con aplausos y se sumaron a los pedidos de devolución del dinero.
La concentración de gente en algunos bancos, como ocurrió en el Nación, terminó por desbordar todos los controles cuando el público percibió que se acercaba el horario de cierre de las operaciones y que muchos no iban a quedar abastecidos. Los ahorristas se quejaban a viva voz de que los mismos bancos que hace semanas atrás les negaban la posibilidad de extraer dólares de sus cuentas, ahora tampoco les permitían cambiar pesos por billetes norteamericanos. El público descargó su enojo a través de silbidos, insultos y cánticos.
Las largas filas se repitieron en la intersección de las calles San Martín y Sarmiento, punto en cuyo entorno se encuentran la mayoría de las casas. Desde la madrugada cientos de personas ya formaban larguísimas colas frente a los bancos.
En el Nación, en lo que fue un hecho inédito, los primeros ahorristas comenzaron a llegar a partir de las 4 de la mañana, es decir 7 horas antes de la apertura del banco, y esto a pesar de que la entidad no vendió más de 200 dólares por persona.
En tanto, en la Bolsa de Comercio, la atención de los operadores también se centró casi exclusivamente en la evolución del dólar, apenas interrumpida por los comentarios generados por la decisión de la Corte Suprema de declarar la inconstitucionalidad de la norma que estableció el corralito financiero.
En el medio se produjeron vacilantes movimientos de los papeles en el mercado bursátil, donde recién en la última parte de la rueda se perfiló una tendencia. El resultado fue una suba del índice Merval, que engloba a las empresas líderes, del 1,30 por ciento. El monto de las transacciones fue de 36,5 millones de pesos y fue el más importante de la semana.