El cierre de la primera etapa del canje de deuda, destinada a inversores institucionales, finalizó el viernes con un nivel de adhesión de 45 por ciento por sobre el total a reestructurar. El dato fue dado a conocer ayer por el ministro de Economía, Amado Boudou, quien se manifestó satisfecho con el resultado. El guarismo resulta del cómputo de una adhesión de 8483,27 millones de dólares proveniente de fondos con tenencias por más de cien millones de dólares en bonos argentinos defaulteados. A esto se sumaron 59,60 millones de dólares de parte de minoristas. Esta fase temprana recogió a los institucionales que recibieron el precio completo, sin la penalización (de un centavo por cada dólar) que rige desde el viernes. Según explicó el ministro, la totalidad de estos grandes inversores que no está en litigio contra el Estado entró en la operación. Economía estimaba en unos 11.500 millones de dólares las tenencias de grandes bancos. Boudou confirmó también que la emisión de mil millones de dólares en bonos Global 2017 se posterga hasta la fecha de cierre del canje.

En los últimos días, fuentes del mercado e incluso dentro del Palacio de Hacienda especulaban con cerrar la operación con un nivel de adhesión total superior al 75 por ciento. Sin embargo, el ministro ratificó ayer que un 60 por ciento sería lo “realmente buscado”. Por el momento, los institucionales pusieron un nuevo piso, a partir de la participación de un 45 por ciento.

“Los que tienen más de cien millones de dólares y no son fondos buitre han ingresado en su totalidad. No ha habido uno de los grandes que no haya participado”, aseguró el ministro. Los mayoristas sumaron 8483,27 millones de dólares, pero los bancos que organizaron el canje (Barclays, Deutsche y Citi) habían asegurado el ingreso de 10 mil millones. Boudou sostuvo, en cambio, que este grupo de bancos prometió entre 6 mil y 10 mil millones. En la operación se sumó la entrada del BCT, el fondo más importante de Boston, que tenía sus tenencias en juicio, y levantó la medida para entrar en la operación. Este no estaba en los cálculos oficiales.

“Todas las recorridas que hicimos de grandes inversores permitieron que todos, salvo los que están en juicio, ingresaran. Esto además demuestra que los fondos buitre siguen siéndolo y se mantuvieron al margen”, insistió el ministro de Economía.

Por su parte, los 59,60 millones en emisión de Par son para Economía una demostración de que “todavía no hubo ingreso de minoristas”. Sobre estos el Gobierno espera un piso de 2000 millones que corresponden a la emisión del bono Par. “Si hubiera más ingresos –que esperamos que los haya–, sobre la opción Par van prorrateados con los Discount”, explicó Boudou. El ministro reconoció que se esperan unos 3000 millones de dólares más que se sumen al canje, con lo cual se lograría un 60 por ciento (11.400 millones) de adhesión.

Según explicó, en este tipo de operaciones existe una “zona gris”, entre los que son minoristas y los tenedores de menos de 100 millones de dólares en bonos, que responde a las “transacciones del mercado”. “Uno pensaba que había más paso de retails (minoristas) a grandes inversores cuando los bonos estaban baratos”, argumentó Boudou. Por ejemplo, durante el road show, el equipo económico descubrió un banco cooperativo de Italia que mantiene en custodia 500 millones de dólares de pequeños tenedores, mientras que en Suiza presentaron 200 millones de dólares, diseminados en distintos fondos de minoristas.

Entre las variables que se manejan en Economía para justificar el nivel de adhesión se encuentran los bonos que durante el proceso suelen desaparecer, ya que se pierda de las manos de los tenedores o queden en medio de alguna transacción de poco volumen. Los bancos organizadores calcularon que por este concepto suele perderse el 2 por ciento de la emisión total (de ambas reestructuraciones), lo que daría unos 2 mil millones de dólares. “En definitiva, lo que se tiene son 8500 que entraron ahora, y es lo que veníamos detectando como mayores de cien millones, más 3000 que esperamos de individuales”, reiteró Boudou. En realidad, existen 3500 millones de dólares en manos de minoristas. Y unos mil más que están en esa “zona gris” que abarca también a los tenedores medianos (hasta cien millones de dólares).

“Siempre dijimos que esta oferta no es para los buitre. Estamos buscando un número tal que nos permita alguna otra estrategia para cerrar los capítulos del default. Nunca pensamos que el ciento por ciento iba a entrar”, afirmó el ministro. Si bien no dio precisiones acerca de cuál es esa estrategia, adelantó que se estudia la posibilidad de integrar a los bonos Brady, que quedaron afuera en esta reapertura del canje, y que suman unos 300 millones de dólares.

Sobre lo que todavía no existe una definición es la emisión de los mil millones de dólares en bonos Global 2017, que suscribirían los grandes bancos. La fecha para ponerle precio cerraba el lunes de esta semana, pero se suspendió hasta ayer. En la conferencia, Boudou aseguró que se esperará hasta el último día del cierre del canje, el 7 de junio próximo. “Hasta el momento no nos parece que sea oportuno por las condiciones de mercado emitir. La volatilidad va a continuar y por eso quedó postergado”, sostuvo. Por lo pronto, los grandes inversores recibieron este bono a una tasa de 8,75 por ciento. Si se hiciera hoy, la emisión sería del 10,75 por ciento, pero el ministro manifestó su confianza en bajarla a un dígito. “El canje lo hacemos por los privados para bajar el costo de oportunidad. Hoy, si queremos, volvemos al mercado pero a una tasa que no nos satisface. No emitimos a dos dígitos porque no necesitamos la plata”, concluyó.