Desde Moscú

Las treinta pymes que visitaron Rusia para participar de una misión comercial organizada por el Ministerio de Industria y Pro Argentina concluyeron sus encuentros con un saldo positivo. Tanto los empresarios como las autoridades rusas dejaron en claro que ambas economías pueden ser complementarias. Durante su visita a este país, el subsecretario Pyme, Horacio Roura, estuvo reunido con funcionarios del Banco Ruso de Desarrollo, una entidad de segundo piso, quienes se mostraron interesados en crear líneas de financiamiento para importar bienes de capital argentinos, como maquinaria para la alimentación.

El Banco Ruso de Desarrollo cuenta con 3000 millones de dólares distribuidos en toda su cartera de productos financieros, dedicados exclusivamente a potenciar su mercado interno. “Este banco de desarrollo está focalizado en su mercado y no le presta atención a la exportación. Pero a través de sus líneas de leasing ven una posibilidad para adquirir maquinaria en el exterior y financiar directamente a sus productores”, indicó Roura a Página/12. Además de la maquinaria para la alimentación, está el caso de las pymes que producen plantas para la elaboración de alimento balanceado y ladrillos.

El funcionario argentino apuesta a la posibilidad de armar una visita de técnicos financieros para profundizar las negociaciones con la banca de desarrollo. “Si bien tenemos herramientas similares para la promoción de las pymes –como el financiamiento y la capacitación–, nuestro entramado pyme está muy desarrollado y ésa es una experiencia que les podemos transmitir a los rusos”, señaló Roura.

Rusia representa el 1,5 por ciento del destino de las exportaciones argentinas, con operaciones por 820 millones de dólares. De ese total, el 5 por ciento corresponde a las pymes. Una de las principales dificultades para acceder a los mercados internacionales es el tema del financiamiento. Muchas pymes argentinas no acceden a los préstamos por falta de garantías o porque los bancos no las consideran sujeto de crédito. En ese sentido, Roura aclaró: “No hace falta crear ninguna línea crediticia especial”, sino profundizar –y desburocratizar– los actuales mecanismos financieros.