Un diario económico alemán publicó ayer en portada que “España deberá acudir al fondo de rescate europeo para evitar su bancarrota, al igual que Grecia”. “No hay nada de eso. Lo último que haremos será contribuir a incrementar el nerviosismo y la incertidumbre en los mercados”, respondió el portavoz del comisario de Economía de la Unión Europea, Olli Rehn. “Es rotundamente falso”, agregó el Ministerio de Economía español. Más allá del nerviosismo que generó la información, las principales Bolsas internacionales cerraron en alza y el euro detuvo su caída ante el dólar y volvió a ubicarse por encima de 1,21. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, consideró que la presión de los mercados sobre el euro no apunta a la moneda única en su conjunto, sino a la deuda soberana de algunos de sus países miembro.

Los fantasmas por la crisis europea volvieron a aparecer, a partir de la publicación del Financial Times Deutschland, el cual asegura en su portada que “la Unión Europea se prepara para una quiebra de España”. Si bien la información fue desmentida de inmediato por representantes del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, las cifras publicadas en ese país no parecen acompañar los dichos de esos funcionarios. El gobierno español reconoció que baraja la posibilidad de incluir en la reforma del mercado laboral que las empresas con pérdidas durante seis meses puedan hacer despidos individuales o colectivos. La iniciativa fue presentada por las cámaras patronales, pero ya tiene el visto bueno oficial. Por su parte, los precios allí aumentaron 1,8 por ciento en mayo respecto de igual mes del año anterior y se situaron en el nivel de inflación más alto desde diciembre de 2008, según informó el Instituto Nacional de Estadística.

A pesar de estas cifras, la Bolsa de Madrid lideró las subas en el Viejo Continente, con un alza de 3,9 por ciento. De todo modos, la plaza madrileña acumula en lo que va del año una pérdida de 19,9 por ciento.

Barroso –titular de la Comisión Europea– manifestó que se asiste “no a un ataque contra el euro, sino contra la deuda soberana de ciertos Estados de la Zona Euro”. “Esto es completamente nuevo, porque por primera vez los mercados han empezado a distinguir las diferentes situaciones de los Estados miembro de la unión monetaria. Por eso, el problema es serio y hay que afrontarlo con mucha determinación”, añadió. En los últimos días, el euro pudo detener su desplome ante el dólar.

En Wall Street tampoco hubo sustento para la suba de sus principales indicadores. A pesar del inesperado descenso que registraron en mayo las ventas minoristas en Estados Unidos, el Dow Jones (de empresas industriales) ganó el 0,4 por ciento y el Nasdaq (tecnológicas), un 1,1 por ciento.

El positivo contexto internacional se reflejó también en el mercado local. El índice accionario Merval se incrementó un uno por ciento, aunque se verificaron escasos negocios (unos 28,7 millones de pesos). Los papeles que traccionaron la suba fueron Petrobras (3,8), Grupo Financiero Galicia (2,6) y Banco Francés (2,5). En cambio, los títulos públicos no evidenciaron una tendencia definida. Así, los bonos Discount, con una suba de 0,8 por ciento, alternaron con bajas en bonos en dólares, como el Boden 2012 (cayó 0,2). Como resultado, el riesgo país finalizó a la baja, en 807 puntos. El dólar, por su parte, siguió sin cambios en 3,94 pesos y las reservas cerraron en 49.004 millones de dólares.