Los bonos volvieron a ser protagonistas en un contexto bursátil apático. Si bien el volumen negociado en la Bolsa porteña se mantiene en niveles acotados, la demanda que recae sobre estos títulos de deuda permitió ayer ganancias de entre 2 y 2,5 por ciento. Las compras provienen tanto de bancos que desdolarizan sus carteras como de institucionales extranjeros, lo que se percibe en el fuerte ingreso de dólares, que acompaña al de la liquidación de los exportadores de cereales y oleaginosas. Desde la Bolsa volvieron con el lobby para que se flexibilice el control de capitales, a lo que el ministro de Economía, Amado Boudou, respondió que no está en estudio un proyecto para eliminar ese tipo de encajes.

Cada vez que se percibe un incremento en el ingreso de capitales, en el mercado rápidamente se entusiasman ante la posibilidad de que se eliminen la restricciones para permitir una mayor afluencia. Con este argumento se presentó hace dos semanas el titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA), Adelmo Gabbi, ante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Este pedido también fue manifestado el año pasado durante el aniversario de la institución. Sin embargo, como en aquel momento, desde el Gobierno descartaron esa posibilidad. “No lo estamos estudiando”, sostuvo el titular del Palacio de Hacienda al ser consultado.

Para evitar presiones cambiarias, el Gobierno dispuso en 2005 el control al ingreso de capitales. Se estableció entonces un esquema que obliga a constituir un depósito del 30 por ciento del monto involucrado, no transferible, por 365 días.

Desde el Banco Central sostienen que la fuga está controlada y se percibe un leve ingreso neto de divisas, proveniente del sector exportador e inversores para posicionarse en títulos públicos. De esta manera, la autoridad monetaria intensificó la acumulación de reservas, las cuales se ubicaron ayer en 50.760 millones de dólares. En tanto, el dólar se negocia en la plaza sin oscilaciones bruscas, y al público se mantiene hace varios días en 3,95 pesos.