El record de producción esperado para este año por la industria automotriz vendrá acompañado de otra marca histórica pero de carácter negativa, ya que el déficit del sector autopartista llegará a unos 7000 millones de dólares. Desde el Gobierno buscan modificar esta situación y aspiran a que el actual porcentaje de integración local de piezas que se ubica en 20 o 25 por ciento, se pueda elevar en 10 puntos. Para avanzar en ese sentido, ayer estuvieron reunidos el ministro de Economía, Amado Boudou; la titular de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, junto con el titular de Smata, Mario Manrique, y los directores de la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC), Juan Cantarella y Marcelo Domínguez Molet.

La baja integración de piezas nacionales en los vehículos producidos en el país es una característica estructural del sector, que se profundizó en la convertibilidad con la destrucción del tejido industrial local a la par de la desregulación y escaso control sobre las terminales, que son todas empresas multinacionales. El resultado es una industria con limitados efectos multiplicadores sobre el nivel de actividad, empleo y difusión de tecnología y con un fuerte déficit comercial externo.

En un escenario de crisis internacional con el eje en Europa y el nivel de importaciones locales creciendo fuertemente, el Gobierno mira de reojo el saldo todavía positivo del balance comercial. Y el déficit autopartista es una de las principales amenazas a la entrada de divisas. Se espera que a fin de 2010 el sector acumule un déficit de 7000 millones de dólares, con importaciones por 9000 millones y exportaciones por 2000.

Desde el sector autopartista explican esta situación por cuestiones arancelarias adversas, la primacía de las decisiones empresarias por parte de la casa matriz por sobre las terminales locales y el menor poder de negociación de las autopartistas –en su mayoría pymes– frente a las terminales. Además, muchas de las piezas nacionales deben pasar por un proceso de validación, que en general se realiza en el exterior, con complicaciones en los plazos y de costos. Según fuentes que presenciaron la reunión, el Gobierno busca revitalizar los laboratorios locales para simplificar las homologaciones. Por ahora no se aplicarían restricciones comerciales, que en general ejecuta Moreno desde Comercio Interior.

“Están dadas las condiciones, tanto por el volumen de ventas como por las herramientas financieras disponibles, para que el sector se consolide definitivamente a nivel local”, indicó Boudou. En Industria destacan que la línea crediticia dedicada al sector con fondos de la Anses ya cuenta con 120 proyectos relevados con inversiones por 1270 millones de pesos.