ECONOMíA › LA MESA DE ENLACE Y LA OPOSICIóN NO SE PONEN DE ACUERDO SOBRE CóMO BAJAR LAS RETENCIONES
Los ruralistas se relamen porque intuyen que la baja de los derechos de exportación está cerca, pero los millones de pesos en juego son tantos que todavía no logran consensuar una postura común. En la oposición también se sacan chispas.
› Por Fernando Krakowiak
Los integrantes de la Mesa de Enlace se relamen porque intuyen que la baja de las retenciones está cerca, pero los millones de pesos en juego son tantos que todavía no logran ponerse de acuerdo sobre cómo se hará el reparto y eso demora la concreción de su sueño. En el encuentro organizado ayer en la Exposición de Palermo para debatir el tema, el titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, reiteró que consensuó con el presidente de Federación Agraria, Eduardo Bu-zzi, respaldar un único proyecto para avanzar con la reducción gradual y segmentada de las retenciones a la soja y llevar a cero la alícuota en el resto de las producciones. Sin embargo, Buzzi faltó a la cita y los dirigentes federados que asistieron desmintieron a Biolcati. “Por ahora no hay nada”, aseguró a Página/12 el vicepresidente Julio Currás. En términos similares se expresaron Ulises Forte y Pablo Orsolini, dos diputados radicales que provienen de la entidad, quienes ratificaron que es necesario segmentar las retenciones de todos los cultivos. El otro aporte a la confusión general provino de los partidos de la oposición. Sus máximos referentes derrocharon elogios para el campo, pero tampoco se ponen de acuerdo sobre qué proyecto impulsar.
La cita fue en el auditorio principal del predio de Palermo. Los dirigentes de Federación Agraria llegaron temprano y entraron juntos mirando con desconfianza. Estaban Omar Barchetta, Guillermo Gianassi y Currás, junto a Forte y Orsolini. Apenas unas horas antes, Buzzi había denunciado que les estaban preparando una especie de emboscada para presionarlos a aceptar el proyecto de baja de retenciones que entusiasma a la Sociedad Rural y CRA. Biolcati acusó recibo y pidió públicamente “mantener un nivel de respeto y armonía con el que piensa diferente”.
El presidente de la Sociedad Rural reiteró que la Mesa de Enlace había logrado dejar atrás sus diferencias para apoyar un proyecto común, pero nadie parecía muy convencido. “No voy a apoyar una propuesta de retenciones cero a todos los cultivos, salvo la soja. Por ahora el único consenso que hay es que debe haber consenso”, señaló Forte a este diario. Orsolini también explicó a Página/12 que avanzar en esa dirección desfinanciaría al Estado y perjudicaría a los pequeños productores. “Si se bajan 10 puntos a la soja, el Estado dejaría de percibir 8200 millones de pesos y 6000 millones irían a parar a sólo 2000 grandes productores, fomentando la concentración. Por eso nuestra propuesta deja las retenciones para los grandes en niveles similares e introduce la segmentación. De ese modo, se favorece al 90 por ciento de los productores y el Estado seguiría recaudando el 80 por ciento de lo que le ingresa ahora”, explicó. Este diario se acercó a Biolcati para decirle que el consenso que había estado pregonando parecía estar lejos. “No es lo que hablamos con Bu-zzi”, se limitó a responder.
Ninguno de los dirigentes de Federación Agraria pudo repetir los argumentos mencionados ante el auditorio porque no formaron parte del panel. Ese privilegio fue para el constitucionalista Daniel Sabsay y una larga lista de legisladores de la oposición, que incluyó a Oscar Aguad, Elisa Carrió, Felipe Solá, Federico Pinedo, Patricia Bullrich, Adolfo Rodríguez Saá, Josefina Meabe de Mathó, Ricardo Buryaile, Margarita Stolbizer, Alfredo Olmedo y Gerardo Morales.
Sabsay fue el encargado de explicar por qué el próximo 24 de agosto, cuando caduquen las facultades delegadas que habilitan al Ejecutivo a fijar las retenciones, estas alícuotas desaparecerían automáticamente, aunque la oposición no logre consensuar un proyecto alternativo. Esa interpretación es polémica (ver aparte), pero Sabsay la presentó como un dato incuestionable e incluso dijo que si el Gobierno desconoce la situación, le podría caber “la pena de los infames traidores a la patria”, prevista en el artículo 29 de la Carta Magna.
El argumento de este constitucionalista, que en 2007 formó parte de los equipos de campaña de Elisa Carrió, fue el puntapié inicial para que los legisladores debatan qué habría que hacer entonces. Algunos pusieron en duda que los hechos vayan a ocurrir tal como lo pronosticó Sabsay, pero igual aceptaron el desafío de ver cómo se debería hacer para articular un proyecto capaz de reemplazar las retenciones vigentes. En ese momento, todos se mostraron complacientes con los productores y se disputaron los aplausos de la platea, pero no lograron ponerse de acuerdo sobre qué pasos hay que seguir para cumplirle el sueño a la Mesa de Enlace.
La diputada del GEN Margarita Stolbizer fue una de las primeras en reconocer las diferencias, al afirmar que no hay ningún proyecto de baja de retenciones que cuente con los votos suficientes para ser aprobado. “Quien crea que embanderado en su propio proyecto resuelve y consigue el número, se equivoca”, disparó en obvia referencia a Elisa Carrió, que viene manifestando una adhesión incondicional e intransigente a los reclamos más radicales del campo.
Carrió recogió el guante y respondió con dureza: “El Acuerdo Cívico prometió en las elecciones del año pasado que iba a eliminar las retenciones a todos los productos, menos a la soja, y de ahí no nos vamos a mover porque no me gusta traicionar al pueblo que nos votó”.
Stolbizer también le pidió a las entidades que traten de articular una posición común, consciente de que los dichos de Biolcati sobre un supuesto consenso eran sólo para mostrar un frente unido luego de los rumores de ruptura. En ese caso el encargado de salirle al cruce fue el periodista Joaquín Morales Solá, que se desempeñó como “moderador”:
–Las entidades llegaron a un acuerdo. Hay acuerdo –dijo buscando la aprobación de Biolcati y Mario Llambías, que miraban desde la primera fila.
Esa intervención envalentonó nuevamente a Carrió, que cuestionó a quienes proponen la segmentación. “No estoy de acuerdo. Si se avanza con la segmentación, quiero saber quiénes se van a hacer responsables cuando a los pequeños productores el Gobierno no les devuelve la plata. Yo prefiero subsidio directo y crédito blando para apoyar al pequeño productor”, dijo.
En ese momento intervino el diputado Felipe Solá, del Peronismo Federal. “Si no se puede segmentar porque la corrupción haría imposible efectivizar la devolución, tampoco se podría ofrecer una tasa subsidiada por el mismo motivo. Con ese argumento, la única salida es la ausencia de toda política de Estado”, sostuvo. Luego aclaró que no proponía una segmentación compleja, sino sólo distinguir entre pequeños y grandes productores.
En medio de la polémica, también hubo lugar para la participación del diputado salteño Alfredo Olmedo, conocido como el Rey de la Soja, quien puso el toque de color con la campera amarilla que lleva a todas partes y un par de sus clásicas frases con destino de sobrecito de azúcar: “El campo es parte de la solución, no es parte del problema”, disparó en una primera intervención, durante la cual también le pidió a Cristina Fernández de Kirchner que visite el interior. Luego volvió a pedir la palabra y se limitó a decir: “¿Cómo se reconstruye la Argentina? La Argentina se reconstruye trabajando. Por eso hay que reemplazar los planes Descansar por planes Producir, si no hay una parte de la sociedad que trabaja para que otra descanse”. La audiencia lo ovacionó.
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