El G-7 tiene un jugador menos. Los representantes de seis entidades empresarias que aglutinan a la industria (Héctor Méndez), la construcción (Carlos Wagner), bancos (Jorge Britos), comercios (Carlos de la Vega), la bolsa de valores (Adelmo Gabbi) y el campo (Hugo Biolcati, el anfitrión) se reunieron ayer en el predio de la Rural para discutir sobre la convocatoria al consejo del salario, la inflación y algunos proyectos legislativos que son rechazados por los sectores empresarios. Las leyes discutidas fueron la de Entidades Financieras y la legislación laboral impulsada por Héctor Recalde, diputado del FpV y representante de la CGT. El gran ausente fue Mario Llambías, titular de CRA, quien ya no asiste a estos encuentros porque no suelen ser “totalmente contemplativos” con los reclamos del “campo”. De hecho, ayer no se habló ni del discurso de Biolcati ni de la eliminación de las retenciones que pretenden los ruralistas de la Mesa de Enlace.

“Estos encuentros levantan mucha expectativa, pero no es para tanto. El almuerzo fue la ratificación de seguir con la unidad del G-7 (en realidad ahora es el G-6 por la ausencia de CRA). El principal tema analizado fue la convocatoria del Gobierno al Consejo del Salario. Ninguna de las cámaras duda de que el salario mínimo se aumentará, siempre manteniendo la prudencia”, señaló a Página/12 el titular de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos De la Vega.

Por su parte, el titular de la Bolsa, Adelmo Gabbi, enfatizó que “los trabajadores merecen un salario digno, porque un empleado y un obrero conforme traerán mejores empresarios, y eso contribuirá a tener una Argentina mejor”, agregó el dirigente, quien no quiso adelantar cuál será el número que llevarán los empresarios a la mesa de negociación. Actualmente el salario mínimo está en los 1500 pesos. Fuentes de la CGT indicaron a este diario que el reclamo de esa entidad no será menor al 30 por ciento de aumento.

Si bien los dirigentes que participaron del almuerzo se mostraron ecuménicos y predispuestos a negociar dentro del Consejo del Salario, no todos piensan lo mismo. Un día antes de este encuentro, el vicepresidente de la UIA y titular de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios, Daniel Funes de Rioja, manifestó que “Argentina tiene el SM más alto de toda América latina, por lo que está adelantado y no atrasado”.

Luego de las negociaciones en paritarias, la totalidad de los convenios colectivos de trabajo quedará –luego del pago de todas las cuotas– con salarios mínimos superiores a los 2100 pesos. Este será uno de los argumentos que utilizarán los funcionarios del Ministerio de Trabajo, que lidera Carlos Tomada, para intentar sortear la resistencia empresaria a convalidar un incremento del SM. “Como dijo la Presidenta el día en que anunció el incremento para los jubilados, tenemos que ser prudentes”, agregó De la Vega a este diario.

El almuerzo fue realizado en uno de los restaurantes centrales de la Rural. Fue un encuentro en un espacio público, definido por varios de los participantes como “una reunión de amigos”. Es decir, el mítin empresario no tuvo el clima beligerante que predominó en otros encuentros, con duros cuestionamientos hacia el Gobierno. En cambio sí se habló de la inflación y algunas leyes que preocupan a los sectores empresarios, como las impulsadas por Recalde, en los temas laborales, y Carlos Heller, en cuestiones financieras. De hecho, hoy comenzará el tratamiento en el Congreso de la Ley de Entidades Financieras, en la comisión parlamentaria que lidera el lilito Alfonso Prat Gay (ver nota Dejar atrás a Martínez de Hoz).

“Se habló de este tema, pero no se fijó ninguna postura en particular. Britos, que podría ser el más interesado, tampoco dijo mucho. Los banqueros son buenos para hablar de los demás, pero cuando se trata de temas que los afectan directamente son bastantes parcos”, indicó a este diario otro de los asistentes.

La ausencia de Llambías fue tratada en el almuerzo. El titular de CRA difiere de sus colegas empresarios en la postura hacia el Gobierno. En marzo del año pasado, Méndez y Biolcati habían intentado impulsar un documento con “consensos básicos” que pretendían imponerle al Gobierno. Eso trajo malestar dentro de la UIA y una marcha atrás en ese documento, lo que provocó el alejamiento de la SRA y CRA del G-7. Ayer, a pesar de haber tenido como anfitrión a Biolcati, el G-6 no quiso mostrarse como rupturista ni fijar su postura frente a las retenciones, el caballito de batalla de las entidades agropecuarias. Frente a ese escenario, Llambías pegó nuevamente el faltazo.