El vicepresidente Julio Cobos pidió ayer una “segmentación aplicable para los pequeños productores” en las retenciones a la soja y tomó distancia de la propuesta de la titular de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, que el lunes había sugerido una rebaja sin segmentaciones de las alícuotas. Mientras tanto, diputados y senadores de la UCR se reunieron ayer en el Comité Nacional para discutir una postura común en torno al tema, aunque la oleaginosa volvió a dividir las aguas.

“Es un tema difícil, pero hay que encontrar un mecanismo que dé beneficios a los productores y que contemple la zona donde menos rinde, las zonas más alejadas, aquellas donde la rentabilidad es totalmente distinta a la de las grandes ciudades”, explicó Cobos. De esta manera, el mendocino tomó distancia de la propuesta de Carrió mediante la cual se eliminarían las retenciones para todos los productos agropecuarios –carnes, granos, oleaginosas y productos regionales– y se bajarían las cuotas para la soja del 35 al 25 por ciento. Consultado puntualmente sobre este proyecto, Cobos dijo: “Pienso distinto de este concepto”.

El vicepresidente se expresó a favor de que el Congreso recupere las facultades delegadas en el Ejecutivo el próximo 24 de agosto, con lo que –asegura la oposición– el Parlamento volvería a controlar la determinación del nivel de retenciones. En este sentido, Cobos celebró la proximidad de la fecha, ya que a su entender “las diferentes crisis, tanto a nivel nacional como internacional, fueron una excusa” para usar las facultades delegadas.

Los principales referentes de la UCR, en tanto, se dieron cita en el Comité Nacional para discutir una postura común al interior del radicalismo. El titular del partido, Ernesto Sanz, debatió con Ricardo Gil Lavedra, Gerardo Morales y Ricardo Alfonsín, entre otros, pero el partido no alcanzó un acuerdo en torno a la soja.

Según pudo saber este diario, la posición que se imponía en el bloque radical era eliminar las retenciones sobre el trigo y el maíz y recuperar los ingresos que dejaban de ingresar a las arcas fiscales por medio del impuesto a las ganancias. Las disidencias comenzaron cuando se discutió el tema de la soja. Uno de los proyectos establecía que quienes comercialicen hasta setecientas toneladas de la oleaginosa dejarán de pagar retenciones. “Mientras tanto, a los demás se los va gravando, pero con un esquema de reducción gradual de puntos porcentuales que llegará a cero en 2017”, ilustró uno de los hombres de confianza de Ricardo Alfonsín.

Más allá de las dificultades en implementar un sistema segmentado de retenciones, la propuesta fue cuestionada por algunos diputados presentes que recordaron las reservas que tenían varios productores agropecuarios en torno del sistema de compensaciones. De acuerdo con la fuente, los productores no confían en la propuesta, ya que suponen que el Estado después no les va a reintegrar el dinero, tal como reclaman que viene pasando con las devoluciones del trigo.

Lo que sí quedó claro fue que el partido no compartía la postura de Elisa Carrió de disminuir el nivel de retenciones de la oleaginosa en un diez por ciento. “No hay consenso en el radicalismo de bajarlo a 25 puntos”, sentenció el alfonsinista. Más cauto, el grupo de diputados y senadores de la UCR eligió “cuidar el costado fiscal”, ya que un brusco desfinanciamiento “sería un ajuste que impactaría en sectores medios o bajos”. Los representantes de la UCR volverán a reunirse hoy para continuar debatiendo.