La presidenta Cristina Fernández de Kirchner aceptó la invitación de la Unión Industrial Argentina para participar de un acto que la entidad realizará a mediados de noviembre. Aunque todavía faltan más de dos meses para el convite, el acercamiento entre la mandataria y la cúpula de la central empresaria permite comenzar a zanjar los cruces de las últimas semanas. A pesar del acercamiento, no toda la UIA buscó conciliar con el Gobierno. Desde Córdoba, el titular regional de la entidad reiteró las demandas ante la supuesta falta de condiciones para la inversión privada. En el Ministerio de Economía no tardaron en responder. El viceministro, Roberto Feletti, cuestionó la inconsistencia de la posición empresaria.

La tensión entre la dirigencia de la central fabril y el Gobierno no es nueva, pero en el último mes se reactivaron los cruces públicos. Las idas y vueltas tras los reiterados cuestionamientos por la supuesta falta de seguridad jurídica y la negativa a participar en la presentación del informe sobre Papel Prensa tensionaron el vínculo que ayer comenzó a recomponerse. “Me llegó la invitación de la UIA para clausurar la conferencia del Bicentenario que organiza esa entidad. Obviamente voy a estar allí presente. Siempre he estado en todos los eventos que han organizado”, sostuvo CFK en referencia a la carta enviada el 31 de agosto por el titular de la UIA, Héctor Méndez, y los vicepresidentes de la entidad, José Ignacio de Mendiguren y Federico Nicholson.

Por su parte, los dirigentes empresarios olvidaron transitoriamente las críticas y elogiaron la respuesta de la mandataria y la política macroeconómica: “Es muy valioso, es un gran gesto de la Presidenta, no es menor en este momento que hubo cortocircuitos. Desde el punto de vista industrial no cuestionamos el modelo. Este es uno de los gobiernos que han tenido mayor vocación industrial”, sostuvo Méndez. En tanto, Mendiguren apuntó que “cuando le planteamos algunas cosas en el Gobierno piensan, exageradamente, que estamos discutiendo la base de un modelo que acompañamos siempre”.

A pesar del compromiso institucional que expresa el empresario plástico, distintos dirigentes pertenecientes a la cúpula de la entidad, como Cristiano Ratazzi –titular de Fiat– cuestionan los pilares de la política macroeconómica al reclamar por una devaluación y advertir sobre la falta de seguridad jurídica. Frente a esa posición, el Ministerio de Industria recuerdan que un grupo relevante de esos empresarios recurre al Estado para financiar sus proyectos de inversión.

“Sorprende la miopía de las cúpulas dirigenciales del sector empresario que invocan demandas de seguridades en abstracto, cuando se revelan incapaces de tener una propuesta consistente para acordar con el Estado destinada a abordar las ofertas del mercado interno y externo”, apuntó Feletti. El viceministro respondió así a la posición del presidente de la Unión Industrial de Córdoba, Ercole Filippa, que señaló que “todos los días hay aspectos que atacan la seguridad jurídica y la previsibilidad. Cuestiones como Papel Prensa y Fibertel atentan contra la inversión”.