Los directivos de las automotrices radicadas en la Argentina analizan por estas horas si aceptarán la propuesta oficial de realizar anticipos de Ganancias sobre la base de sus estimaciones de ingresos para este año. El pedido surgió durante un encuentro que mantuvieron los empresarios con el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray; el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y la ministra de Industria, Débora Giorgi. La reunión había sido solicitada por los propios representantes de las terminales luego de que el órgano recaudador presentara un informe en el cual ponía bajo sospecha al sector de haber evadido Ganancias.

Echegaray difundió el miércoles pasado un documento que señalaba que seis de las diez automotrices que operan en el país facturaron en conjunto unos 30.000 millones de pesos en 2009 y, sin embargo, ninguna había pagado Ganancias este año. El funcionario puso en duda que esas compañías hayan hecho una correcta liquidación del gravamen. Frente a esto, las autoridades de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) solicitaron un encuentro con Echegaray.

“Nosotros cumplimos con todas las leyes y pagamos lo que nos corresponde por Ganancias; y este año tuvimos un resultado neutro”, aseguró a este diario el directivo de una automotriz con excelentes lazos con el Gobierno. El empresario, al igual que otros consultados, insistieron con el argumento de que los márgenes de estas megacompañías “son muy reducidos”. Señalaron que el año pasado debieron lidiar con aumentos de costos, oscilaciones en el tipo de cambio y una caída en las ventas.

A pesar de esos argumentos, las automotrices finalizaron 2009 con un nivel de ventas, producción y exportaciones cercano a su record histórico, una marca que este año superarán. Es por eso que los funcionarios apuntan a que las terminales adelanten el pago de Ganancias de 2010 –el cual se paga mediante anticipos y una liquidación final el año próximo– sobre la base de los cálculos de resultados para el cierre de este ejercicio. “Se les pidió que hagan un gesto y pongan la espalda en respuesta a las ayudas que recibieron durante lo peor de la crisis”, explicó a Página/12 una fuente gubernamental. El Estado otorgó fondos a General Motors (GM) para evitar despidos en esa terminal e impulsó además un plan para la compra de camiones que benefició a Iveco.

Desde Adefa buscaron bajar el tono a la reunión. “Fue para dar a conocer las proyecciones de este año, tal como viene haciendo el Gobierno con otras cadenas productivas”, aseguraron. Sin embargo, la entidad es la encargada de unificar la información para presentar la posición ante las autoridades. “La negociación es entre Adefa y el Gobierno”, se limitó a decir un directivo de GM.