El establishment empresario no quiere debatir el reparto de ganancias con los trabajadores. Las cámaras que componen el autodenominado Grupo de los Seis acordaron nuevamente no acudir a la reunión convocada por la comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados para exponer su visión del proyecto de ley de participación de los asalariados en las utilidades de las empresas. La intención de este grupo es dilatar el tema –por lo menos– hasta el año próximo. Lo que no logró acordar es la justificación para el faltazo. En las llamadas anteriores los empresarios se excusaron en la necesidad de tener más tiempo para analizar la propuesta. Ahora cada uno dio distintas razones. Las entidades se reunirán pasado mañana en un almuerzo organizado por la Unión Industrial en el marco de su convención, que tendrá lugar hasta el viernes.

El proyecto elaborado por el diputado Héctor Recalde (FpV) contempla la posibilidad de repartir un diez por ciento de las ganancias de las empresas con los trabajadores. Sin embargo, lo que más rechazo genera es que se permite a los gremios acceder a los balances de las compañías para corroborar que los niveles de utilidades declarados sean los reales. Con el objetivo de debatir esos puntos, la comisión de Diputados invitó a las cámaras del G-6 a una reunión. Los directivos de las entidades rechazaron el convite bajo el pretexto de la poca anticipación con la que fueron anoticiados. “Todos coincidimos en la necesidad de pedir una prórroga, dado que nos convocaron con menos de 72 horas hábiles”, dijeron en esa oportunidad. Pidieron quince días para analizar la propuesta. Un nuevo encuentro fue pautado para el 2 de noviembre pasado, pero las partes –sindicatos, empresarios y legisladores– acordaron postergar la reunión en medio del duelo por el fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner.

La comisión reiteró la convocatoria para hoy. Pero, a casi un mes del primer llamado, los empresarios insisten en que no tuvieron tiempo suficiente para analizar el proyecto. Otros sostienen que el debate no puede ser multitudinario, aunque continúan decidiendo en bloque sus asistencias. “Primero pidieron ser consultados y accedí, después quisieron quince días y se los dimos, Méndez me pidió pasar la fecha del 2 de noviembre y estuvimos de acuerdo, y ahora otra vez. Nosotros vamos a seguir adelante, porque el G-6 no representa a todo el sector empresario”, dijo Recalde a Página/12. El grupo está compuesto por las cámaras de Comercio, Construcción, la Bolsa, la Unión Industrial, la asociación de bancos de capital local (Adeba) y la Sociedad Rural.

El diputado afirmó que hoy analizarán en comisión las notas enviadas por esas cámaras para justificar sus ausencias. La primera en excusarse fue la Cámara de Comercio, que supeditó su presencia a que sean precisadas “las condiciones del diálogo”. “Es tan importante este tema, vinculado fuertemente con la estructura económica, que no puede tratarse en reuniones multitudinarias”, señaló a este diario el titular de la CAC, Carlos de la Vega. El empresario aseguró que no existe reticencia a dialogar, pero que debe darse un tiempo acorde a la importancia del tema. Recalde, por su parte, respondió que “no existen límites para que los representantes de los sectores empresarios hablen”.

La Bolsa también envió un comunicado explicando su ausencia. “Como cotizan empresas de muy diversa índole y es una política de Estado ampliar el campo de su actividad para proporcionar inversiones a la mayor cantidad de empresas nacionales, la entidad resolvió encarar estudios específicos para que sus opiniones cuenten con el apoyo técnico de especialistas de varias disciplinas”, detalla el documento rubricado por su titular, Adelmo Gabbi. Por su parte, la Sociedad Rural cuestionó la necesidad de la ley. “La importancia de los convenios colectivos parece hacer totalmente innecesario el proyecto de ley en cuestión”, afirmó Hugo Biolcati. Desde Adeba y la cámara de la construcción también confirmaron a este diario que no concurrirán al Congreso.

“Si van a ir para escucharnos a nosotros, sigan durmiendo”, respondió el presidente de la UIA, Héctor Méndez, a un grupo de periodistas que lo consultó sobre su participación en la reunión. Los dichos de Méndez tuvieron lugar en una rueda de prensa que ofreció para adelantar detalles de la conferencia industrial. El encuentro de jueves y viernes contará con la presencia de funcionarios del Gobierno, políticos de la oposición, economistas y empresarios. Méndez confirmó que el cierre del evento estará a cargo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Esta vez no habrá representantes del sector gremial. “La discusión del proyecto de Recalde no tiene que ver con eso. Los sindicatos están invitados, al igual que todos, pero esta vez ellos nos van a tener que escuchar a nosotros”, justificó.