La Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de Argentina (CTA) expresaron ayer su apoyo al proyecto de ley que busca garantizar la participación de los trabajadores en las ganancias de las compañías. La ausencia del establishment empresario en el debate de la Comisión de Legislación del Trabajo en la Cámara de Diputados fue cuestionada por legisladores de distintos partidos y los titulares de las centrales sindicales, quienes no ocultaron su malestar ante el faltazo de las cámaras industriales. Sin los lamentos empresarios, nuevos especialistas, abogados y economistas ofrecieron un fuerte respaldo técnico para la iniciativa que impulsa el diputado del Frente para la Victoria Héctor Recalde. Argumentaron que permite reducir las presiones inflacionarias, favorece la reinversión de utilidades y mejora la distribución funcional del ingreso.

“Este proyecto toca la víscera más sensible de los empresarios, que es el bolsillo. Quieren evitar que el proyecto se convierta en ley. En las malas épocas los trabajadores somos socios, pero cuando las ganancias son extraordinarias los empresarios se olvidan de los trabajadores. Este es el mejor momento para que la ley se aplique”, afirmó el secretario general de la CGT, Hugo Moyano. El sindicalista consideró que la reacción de los empresarios al proyecto es desmedida y recordó que el proyecto “solamente” propone repartir el 10 por ciento de las ganancias que surgen luego del ajuste impositivo de los balances empresarios.

“Aquellos que reclamaron ser tenidos en cuenta son los que ahora no quieren participar de la discusión”, deslizó Recalde en referencia al Grupo de los Seis (compuesto por la UIA, Sociedad Rural, la Cámara de Comercio y la de la Construcción, Bolsa de Comercio y la asociación de bancos de capital nacional), que finalmente decidieron ausentarse. “Se encandilan con las luces del centro si creen que por su ausencia el proyecto no va a avanzar. Nos quieren meter presión, pero cada vez tienen menos argumentos para cuestionar la participación en las ganancias”, comentó a este diario un miembro del consejo directivo de la CGT mientras se retiraba la extensa comitiva que acompañó a Moyano.

La intervención de los miembros de la comisión directiva de la CGT concluyó con la lectura de un extracto del discurso pronunciado por Juan Domingo Perón el 10 de octubre de 1945 en su despedida de la Secretaría de Trabajo y Previsión. Allí, Perón anunció que dejaba firmados distintos decretos referidos al aumento de los salarios, la implantación del salario mínimo vital y móvil y la participación en las ganancias. Recalde recordó que en ese momento la Unión Industrial había emitido un comunicado afirmando que si se aplicaba el decreto que impulsaba la participación de los trabajadores en las ganancias, la industria quebraba. “Obviamente, el pronóstico de los empresarios no se cumplió y experimentaron algunos de sus mejores años”, comentó el legislador.

El debate legislativo reunió a Hugo Yasky y Pablo Micheli de la CTA. Los dirigentes sindicales que disputan la titularidad de la central sindical se sentaron enfrentados. Ambos expresaron su apoyo a la iniciativa y cuestionaron la ausencia del establishment empresario en las discusiones. Yasky consideró que la ley constituye un avance: destacó que la herramienta permite discutir la distribución funcional del ingreso y señaló que puede colaborar en el control de la inflación. En tanto, Micheli reclamó la presencia de la CTA en el Consejo Nacional de Participación Laboral en las Ganancias.

Por su parte, Oscar Zas, de la Asociación Latinoamericana de Jueces del Trabajo, consideró que “el Parlamento tiene la obligación de llevar adelante la reglamentación de este derecho que avanza en el sentido de la justicia social”. En tanto, la Central de Entidades Empresarias Nacionales (entidad que reúne a pymes) respaldó el proyecto, pero reclamó un tratamiento diferenciado para el sector. A su vez, destacó el impulso al mercado interno que brinda la iniciativa.