El acuerdo tripartito entre empresarios, gremios y Estado que impulsa el gobierno nacional se cristalizó ayer en el sector de la construcción. Se trata del tercer convenio sectorial con monitoreo del Gobierno –luego del que rubricaran las industrias petrolera y minera–, pero el primero desde que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció hace un mes su intención de crear un Consejo para el Diálogo Social y Económico. “Este convenio trae una importante novedad: incorpora a todas las otras ramas de la producción que integran la cadena de valor de esta madre de las industrias”, destacó la Presidenta. Es también el primero que se alcanza con una de las cámaras que integran el autodenominado Grupo de los Seis. Fue firmado por el presidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner; el titular de la Uocra, Gerardo Martínez, y el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido. También estuvo presente el titular de la CGT, Hugo Moyano, dando por tierra con los rumores que decían que estos acuerdos sectoriales son para debilitarlo. El punto principal del convenio se refiere a la posibilidad de consensuar un esquema de precios y salarios.

El acto se realizó en el Salón de las Mujeres de la Casa de Gobierno y de la convocatoria participaron empresarios, representantes sindicales y funcionarios. En tanto, unos 10 mil trabajadores agrupados en la Uocra se movilizaron hacia la Casa de Gobierno para respaldar la firma del Acuerdo Nacional de Promoción del Diálogo Social en la Industria de la Construcción, como se lo llamó oficialmente. Además de la CAC y la Uocra firmaron representantes de las cámaras y empresas proveedoras de insumos para la actividad: Aluar, Asociación Argentina de Hormigón, cámara del vidrio, de cemento, de arena y piedra, de demoledores y excavadores y de cerámica, entre otras.

“Todas las actividades se comprometen a mejorar la competitividad con inversión y tecnología para sustituir importaciones, además de contemplar la paz social”, señaló la jefa de Estado. Explicó además que la sustitución de importaciones significa “más trabajo y mano de obra argentina”. “Por cada producto importado se da trabajo en otro lugar”, recordó.

El acuerdo fue además rubricado, como adherentes, por tres presidentes de cámaras empresarias que conforman el G-6: Héctor Méndez, de la Unión Industrial; Jorge Brito, de la Asociación de Bancos Argentinos, y Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio. “Realmente creemos que es muy importante, porque uno de los motores del crecimiento de estos años ha sido la construcción, donde el Estado ha tenido un rol fundamental”, recalcó la jefa de Estado. A modo de ejemplo, citó que este año se batieron records históricos de consumo de bolsas de cemento, alcanzando a cinco por habitante. “En 2011 se aumentará entre un 15 y 20 por ciento de lo que ya constituyó este año el record histórico”, previó. Uno de los inconvenientes que encuentra el sector es la falta de financiamiento. Es por ello que la jefa de Estado exhortó a “los bancos a prestar no sólo al consumo, sino también a la inversión”.

El texto del acuerdo contempla, entre varios puntos, promocionar el crecimiento económico, fomentar la construcción masiva de viviendas sociales y la creación de empleo registrado y de calidad para el sector. De todos modos, el primer tema que se abordará en la mesa de diálogo será un acuerdo de precios y salarios para el año próximo. El objetivo principal del equipo económico es trabajar sobre las expectativas inflacionarias para evitar desbordes el año próximo y reducir –al menos en cinco puntos– las pautas de precios y salarios para 2012.

Todavía las partes no se sentaron a negociar los números para el próximo año. No obstante, ya existen conversaciones informales promovidas por el Ejecutivo. En principio, se estima que la pauta de aumento salarial será de entre 18 y 20 por ciento. Los precios, por tanto, no deberían superar un alza del 15 por ciento. Tal como anticipó este diario, la Uocra solicitó además una cláusula gatillo de actualización de haberes para el caso en que los precios se disparen por arriba de lo acordado. El acuerdo rechaza también “el corte de rutas y/o bloqueo de los lugares de trabajo como metodología de protesta”. El objetivo es repetir este tipo de acuerdos con distintas cámaras empresarias.