El Gobierno abrió oficialmente una nueva instancia de canje de deuda para los tenedores de títulos que no ingresaron en la operatoria que se cerró a mediados de año, tal como anticipó ayer Página/12. El plazo para ingresar a este canje vence el 30 de diciembre y es “la última posibilidad”, afirmó el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino. En la transacción no participarán bancos en carácter de asesores financieros; sólo lo hará la Caja de Valores y cualquier bonista podrá participar a través de una operación diseñada a nivel local, según detalla el Boletín Oficial. Esa decisión fue recibida positivamente por el mercado, lo que se reflejó en subas de hasta el 3 por ciento en los bonos y cupones más líquidos.

El Ministerio de Economía dispuso la reestructuración de la deuda del Estado nacional, que incluye aquellos bonos que no fueron presentados al canje que lanzó en abril pasado y cerró en junio. El nuevo plazo tiene que ver con la suspensión de la ley cerrojo que vence el 31 de diciembre próximo, lo cual permite una nueva instancia, la tercera, para seguir reestructurando la deuda que se encuentra en default desde 2002. El equipo económico estima que ingresarán aproximadamente 100 millones de dólares en bonos, que se suman a entre 150 y 200 millones que participarían del canje de garantías de títulos Brady.

Para esta reapertura Economía estableció características similares a las que ofreció en abril, aunque con ciertas “desventajas”. Al respecto, Lorenzino precisó que “conceptualmente se entrega el mismo paquete”, pero el tenedor que adhirió en abril podía optar entre bonos Descuento y Par, y recibía un pago de intereses en efectivo. En cambio, quienes adhieran ahora sólo tienen la posibilidad de llevarse títulos Descuento. La decisión es un “gesto” hacia los tenedores de deuda en default. El ministro Amado Boudou también destacó que la decisión muestra la voluntad de pago del gobierno argentino. El Gobierno confía en que este paso sea tenido en cuenta por los tribunales estadounidenses que tramitan demandas de acreedores contra el país.

El gesto fue bien recibido en el mercado, que evidenció una marcada mejora en el precio de los títulos públicos. Estos papeles se encuentran a punto de cerrar un año record, con subas de más de 200 por ciento. Tal es el caso del cupón del PIB, que ayer registró un alza de 3,4 por ciento, seguido por el Discount (nominado en dólares), con una mejora de 2,5 por ciento y la versión en pesos, con el 2,2 por ciento. Este desempeño permitió una nueva reducción del “riesgo país”. El indicador que elabora el JP Morgan cerró en 480 puntos.

La noticia, adelantada por este diario, se confirmó en un mejorado contexto externo, en el que las principales plazas bursátiles finalizaron en positivo. En ese marco, el índice MerVal marcó un nuevo record, en 3476 puntos, luego de una leve suba del 1,0 por ciento. Por fuera del promedio que marca el indicador, se destacaron las acciones de Edenor (3,4), Aluar (2,9), Telecom (2,5), Grupo Galicia (1,6), Patagonia (1,6) y Petrobras (1,4).

En la plaza cambiaria, el Banco Central volvió a participar activamente de la rueda y adquirió poco más de 100 millones de dólares para evitar una caída en el precio de la divisa estadounidense. Luego de la intervención del organismo, el stock de reservas se ubicó en 52.350 millones de dólares. La presencia del Central permitió equilibrar la cotización mayorista, lo que se reflejó también en el precio de pizarra al público, que quedó anclado en 4 pesos.