La actividad económica creció en octubre 7,2 por ciento respecto del mismo mes del año pasado, acumulando en los primeros diez meses del año un avance de 8,9 por ciento, informó ayer el Indec. Si bien es un nivel de crecimiento muy alto, es menor al de las últimas mediciones, debido a que la base de comparación ya es el período de recuperación de la crisis de 2009. En el Ministerio de Economía esperan que el año cierre con una suba del 9,1 por ciento, aunque para los dos meses que restan contabilizar (noviembre y diciembre) es esperable que la tasa de crecimiento sea menor que el actual promedio anual, complicando el logro de la proyección oficial. En la comparación frente a septiembre, el crecimiento fue de 0,3 por ciento, y en los últimos doce meses, de 8,0 por ciento. Los datos forman parte del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE), que presenta un acercamiento preliminar al resultado del mes.

Según el último informe de la Cepal, la economía argentina cerraría el año con un avance de 8,4 por ciento, quedando cuarto en el ranking de los países de la región de mayor crecimiento, detrás de Paraguay, Uruguay y Perú. El documento resalta que la recuperación económica en el mundo es “a dos velocidades”. En ese sentido, muy por detrás de los países de la región quedan los Estados Unidos y Europa, que no sólo muestran tasas de repunte menos pronunciadas sino que en algunos casos presentan recesiones y situaciones macroeconómicas de alto riesgo.

Para explicar el crecimiento interanual de 7,2 en octubre, por el lado de la oferta se destaca la actividad industrial, que según el Indec subió 8,2 por ciento ese mes. La suba estuvo encabezada por el sector automotor, con un 15,3 por ciento, aunque a diferencia de períodos previos, el margen respecto de otros sectores no fue tan pronunciado. También registraron buenos desempeños productos de caucho y plástico (15,2), metalmecánica (14,2) y producción de acero (8,3). A su vez, repuntó en 5,6 por ciento la industria alimenticia, por la molienda de cereales y oleaginosas, que trepó un 20,3 por ciento.

Por su parte, la construcción avanzó 12,5 por ciento de manera interanual, también por encima del promedio de la economía. Por su lado, los servicios públicos crecieron 12,9, en especial la telefonía, con el 20,6 por ciento, y transporte de carga, con el 18,9 por ciento.

Desde el lado de la demanda, el consumo sigue siendo uno de los principales móviles del crecimiento, con base en la mejora del poder adquisitivo de una porción relevante de los trabajadores, vía aumentos salariales, en el nivel de empleo y en la política oficial de ingresos a través de la Asignación Universal por Hijo y el avance de las jubilaciones. También la inflación juega como un incentivo, como forma de evitar la depreciación de los ahorros. Por ejemplo, las ventas en supermercados crecieron en octubre un 16,8 por ciento interanual en términos reales. Las mayores alzas nominales se concentraron en equipos electrónicos y artículos para el hogar (42,4 por ciento) e indumentaria, calzado y textiles para el hogar (35,2). En los shoppings, las ventas aumentaron 13,9 por ciento.

Por su parte, la inversión también muestra un comportamiento dinámico, y podría llegar a fin de año a representar cerca de un 24 por ciento del PIB, lo que sería una marca histórica. Parte de este avance se puede visualizar en la marcha de las importaciones, que están compuestas en buena medida por equipos, maquinarias e insumos para la producción. En octubre, las compras externas crecieron 35 por ciento. Las exportaciones, en tanto, avanzaron un 22 por ciento, siendo también un fuerte incentivo a la suba de la actividad económica.