La Federación Agraria realizó ayer un tractorazo en la ciudad de Rufino, a las puertas de la multinacional Cargill. Esta medida de fuerza, llevada a cabo dos días antes del encuentro que tendrá la Mesa de Enlace con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, tuvo por objetivo cuestionar la política de comercialización del trigo. El tema de fondo pasa porque las grandes exportadoras no están pagando el precio pleno del cereal, tal cual denunciaron los federados y el propio ministro del área. Sin embargo, la entidad conducida por Eduardo Buzzi culpa por esta situación tanto a las multinacionales como al Ejecutivo. “Es hora de tomar medidas de reconciliación con el campo”, manifestó ayer Buzzi. En esa línea, aunque no lo admitirá ni Buzzi ni el resto de los miembros de la Mesa de Enlace, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner presentará hoy una línea de crédito por 840 millones de pesos para que los pequeños productores puedan mantener su cosecha “sin tener que malvenderla”. La medida ya había sido anticipada por el ministro Domínguez el pasado 21 de diciembre.

“Martínez de Hoz, Cavallo, Moreno, Dreyfus, Cargill, Nidera. Siempre ganan los mismo.” La Federación Agraria, aliada de la Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales y Coninagro en la Mesa de Enlace, imprimió esta frase en el cartel que encabezó la marcha de tractores que se manifestaron frente a la planta industrial de Cargill. Del acto central participaron Buzzi, el vicepresidente de la entidad, Omar Barchetta; el titular de la filial de Entre Ríos, Alfredo De Angeli; el director Pedro Peretti, unos 70 tractores y 350 productores.

Más allá de la simplificación de la frase utilizada para encabezar la protesta, la FAA intenta diferenciarse de sus compañeros de la Mesa de Enlace, quienes no están dispuestos a mencionar, con nombre y apellido, a los exportadores que no están pagando el precio pleno a los productores trigueros. “La comercialización de trigo está infectada por malos manejos del Gobierno, que benefician a las empresas multinacionales y los grupos más concentrados del comercio de granos. El Gobierno debe darnos soluciones”, sostuvo Buzzi.

El problema de fondo radica en que los exportadores, como Cargill, Bunge y Molinos del Plata están abonando el precio pleno del trigo, que se ubica en 840 pesos, pero los productores reciben aproximadamente un 20 por ciento menos. Frente a este escenario, los federados reclaman, como solución, que se creen nuevos mecanismos de comercialización, al estilo de una Junta Nacional de Granos.

Sin embargo, sus compañeros de Mesa están en las antípodas de esta idea y reclaman la eliminación de los cupos de exportación del trigo, establecidos para sostener la seguridad alimentaria, y la eliminación de los permisos de exportación. Estas posturas divergentes quedaron plasmadas en el documento de la Mesa de Enlace publicado la semana pasada. “El libre mercado no resuelve nada, sino todo lo contrario, se agravarían los problemas existentes. Necesitamos como respuesta inmediata que se abran tres millones de toneladas para la exportación y luego que avancemos hacia una institución público-privada para la venta del trigo”, señaló a Página/12 Pedro Peretti.

Para acercarse a las necesidades de los productores, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunciará hoy la puesta en marcha de una línea crediticia por 840 millones de pesos, para que los pequeños puedan financiar el valor de su cosecha de trigo de hasta 300 toneladas a tasa cero. El anuncio se realizará en la sede central del Banco Nación. Esta medida ya la había presentado el ministro de Agricultura el pasado 21 de diciembre. “Vamos a priorizar a quienes tengan necesidad de vender para defender su precio y esperamos tener para los primeros días de enero el listado de productores”, había indicado Domínguez. La iniciativa busca que los pequeños productores no tengan que malvender su cosecha. Además, Fernández de Kirchner anunciaría también medidas para el sector lácteo y ganadero.