Mié 12.01.2011

ECONOMíA  › INVESTIGACIóN DE LA AFIP SOBRE EVASIóN EN LA FACTURACIóN DE MILES DE OPERACIONES DE IMPLANTES MAMARIOS

El arte de hacer la estética a las cuentas

La AFIP detectó una evasión de 40 millones de pesos en el Impuesto a las Ganancias en operaciones realizadas en 2008 y 2009. Las maniobras habrían sido realizadas por clínicas, empresas de medicina privadas y cirujanos.

› Por Tomás Lukin

Clínicas, empresas de medicina privadas y cirujanos plásticos particulares que realizan implantes mamarios evadieron por lo menos 40 millones de pesos en concepto de Impuesto a las Ganancias. Las estimaciones difundidas ayer surgen de una investigación realizada por la Administración Federal de Ingresos Públicos sobre las intervenciones estéticas efectuadas en 2008 y 2009. Las prácticas quirúrgicas realizadas en ese período implicaron una facturación mínima de 700 millones de pesos que no tuvo el correlato correspondiente en el pago de impuestos. El organismo recaudador está fiscalizando a aquellos prestadores –médicos, clínicas y obras sociales– que registran inconsistencias significativas, ya que no volcaron la totalidad del monto de las cirugías en sus declaraciones juradas o se encuentran inscriptos dentro del régimen de monotributo pagando impuestos por un monto inferior al correspondiente a sus actividades. La investigación es el primer paso para detectar las irregularidades fiscales existentes en el sector.

Los implantes mamarios utilizados en las cirugías estéticas no se producen en el país y existen nueve empresas autorizadas a ingresar esos productos en el territorio nacional. En 2008 y 2009 se importaron desde Francia, Estados Unidos y Brasil alrededor de 125 mil prótesis de distinta calidad por un valor de 60 millones de dólares. A partir de esos datos, la AFIP inició su investigación y detectó que los montos facturados y declarados por quienes realizan las intervenciones son significativamente inferiores a los valores promedio del mercado local para ese tipo de operaciones.

La investigación fue sobre las operaciones realizadas por cuestiones estrictamente estéticas y no aquellas intervenciones reparadoras vinculadas con el cáncer de mamas y otras enfermedades. La mayor cantidad de irregularidades se registró en las ciudades de mayor capacidad adquisitiva, como Rosario, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires. El precio promedio de una intervención quirúrgica para modificar el tamaño de los pechos asciende, según la AFIP, a 10 mil pesos. Ese valor estimado incluye los implantes pero existen operaciones más caras dependiendo del producto elegido y el renombre del cirujano que interviene. El costo de las operaciones puede llegar hasta los 35 mil pesos. Esa industria no sólo trabaja con las vanidades del mercado local sino que existe un atractivo mercado externo para ese tipo de intervenciones. Según los datos del Ministerio de Turismo, las intervenciones estéticas –desde una liposucción hasta una inyección de botox– realizadas a extranjeros mueven entre 50 y 60 millones de pesos al año (ver aparte).

El relevamiento realizado por el fisco detectó operaciones, fundamentalmente entre los médicos particulares, donde el precio total facturado por la intervención no supera los 4000 pesos. Junto con la subvaluación de las prácticas, los sabuesos de la AFIP también se encontraron con casos donde las clínicas y los cirujanos no pudieron justificar fiscalmente qué hicieron con las prótesis adquiridas. Los implantes están en el cuerpo de un paciente pero no existen registros de esas transacciones.

Los controles que comenzó a realizar el fisco arrojan que, como mínimo, la evasión impositiva por este tipo de intervenciones quirúrgicas fue de 40 millones de pesos. El monto corresponde a una muestra sobre el total de implantes mamarios que están siendo investigados. Por eso, en el organismo que encabeza Ricardo Echegaray suponen que la suma evadida es mayor. Todo ese relevamiento está en proceso de prueba.

Sobre la muestra realizada dentro de los adquirientes de implantes, la AFIP constató que el 20 por ciento del mercado corresponde a obras sociales y empresas de medicina prepaga como OSDE, Swiss Medical o Medicus, mientras que el 80 por ciento del negocio se encuentra en manos de personas físicas y empresas dedicadas exclusivamente a ese tipo de intervenciones estéticas. Las obras sociales y las prepagas que cuentan en sus programas cirugías estéticas abonan a los médicos que realizan la intervención entre 8000 y 5000 mil pesos. En esas empresas, la AFIP registró una menor evasión, ya que el margen de maniobra en ese tipo es más limitado que entre los particulares y las clínicas especializadas.

Otra de las prácticas de evasión con las que se encontró la AFIP es la inscripción irregular en el régimen de monotributo de los médicos. La categoría del impuesto en la que están inscriptos corresponde a un monto máximo de facturación que, según los precios promedio del mercado para las cirugías estéticas, es significativamente inferior a los ingresos previstos para ese tipo de profesionales.

A su vez, en el organismo advierten que esos médicos cuentan con un espectro más amplio de actividades rentadas que tampoco son reconocidas a la hora de pagar los impuestos. Por eso, en la AFIP consideran que la investigación sobre los implantes mamarios permitirá avanzar sobre un conjunto de prácticas impositivas irregulares entre los profesionales dedicados a las cirugías estéticas y el servicio de medicina privada en general.

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