Mar 08.02.2011

ECONOMíA  › REUNIóN CLAVE ENTRE EMPRESARIOS PARA INTENTAR RESOLVER LA INTERNA SIN RUPTURAS

La unidad en la UIA va por la cornisa

El recambio de autoridades de la central fabril desató duras pujas internas. De un lado está Techint, enfrentado al Gobierno, y del otro un espacio que encabeza De Mendiguren. Un tercer grupo alienta el llamado a elecciones, buscando retener el poder.

› Por David Cufré

La interna de la Unión Industrial Argentina frente a la renovación de autoridades alcanzó tal intensidad que sobrevuelan las amenazas de fractura. El grupo Industriales, al que este año le toca asumir la presidencia de la entidad, está armando una reunión para esta semana o a más tardar la próxima que sería definitoria. Allí buscará alcanzar un acuerdo entre las dos fracciones enfrentadas de este espacio, encabezadas por Techint y por el sector que lidera el dirigente José de Mendiguren, o de lo contrario se abriría un escenario de ruptura. En este último caso, la lista Celeste y Blanca, rival de Industriales, aprovecharía la situación para forzar elecciones en la central fabril y abandonar así el acuerdo de alternancia en el poder que existe desde hace siete años.

El cambio de autoridades se producirá en abril. Hasta entonces seguirá como presidente Héctor Méndez, uno de los referentes de la Celeste y Blanca. El nombre de su reemplazante debe proponerlo Industriales, pero dentro de este grupo se viene produciendo una dura confrontación desde diciembre pasado que a esta altura lo ubica al borde de su desintegración. La pelea es entre Techint y el sector que encabeza De Mendiguren, del que participan metalúrgicos, industriales pymes y rubros “sensibles” como calzados, textiles y juguetes, además de federaciones como la de Santa Fe. De Mendiguren aspira a asumir la presidencia, mientras que Techint intenta que lo haga Adrián Kaufmann Brea, ejecutivo de Arcor.

La diferencia de fondo entre esas dos opciones es cuál sería la relación de la UIA con el Gobierno en uno u otro caso. De Mendiguren es un dirigente con buen diálogo con los ministros Julio De Vido y Amado Boudou y supo integrar las comitivas empresarias que acompañaron a la Presidenta en sus giras. Las industrias que representa, además, son de las más beneficiadas por las restricciones a las importaciones y las políticas de promoción del mercado interno. Durante el kirchnerismo estuvo más o menos cerca de la Casa Rosada, pero en líneas generales apoya sus medidas. Techint, en cambio, se encuentra en una etapa de abierto enfrentamiento con el Gobierno. Paolo Rocca, presidente del holding, es también uno de los máximos referentes de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), junto al CEO de Clarín, Héctor Magnetto.

La otra pata de AEA es Arcor. Por esa razón, la postulación de Kaufmann Brea para la presidencia de la UIA es leída por la otra franja de Industriales como un intento de que la central fabril se convierta en una AEA paralela, ultraanti-K. Además, le atribuyen al holding estar operando en favor de la candidatura del radical Ernesto Sanz.

El grupo de De Mendiguren cuenta con mayoría de delegados, y con esa fortaleza impuso hasta ahora su poder de veto para frustrar las aspiraciones de Techint. Sin embargo, su fuerza no fue tanta como para imponer a su candidato. En diciembre, Rocca hizo saber que Techint abandonaría la UIA si el ex ministro de la Producción volvía a la presidencia de la entidad y pidió dejar todo en suspenso hasta la segunda quincena de febrero. La tensión no cedió en todo el verano y ahora llegó el momento de las definiciones. Esta semana o la próxima habrá una cumbre de Industriales para resolver la situación, que en este momento presenta un final abierto. Una de las posibilidades que nadie descarta es que el conflicto no se destrabe y se produzca la ruptura de Industriales.

En este contexto, la lista Celeste y Blanca no se quedó quieta. Aprovechó el mar de fondo para poner en duda la continuidad del acuerdo de alternancia con Industriales, por el cual cada sector gobierna dos años y después le deja la presidencia al otro. El presidente de Fiat, Cristiano Ratazzi, alentó ayer la posibilidad de volver a convocar a elecciones. “Me gustan las elecciones, hay que poner una lista que la gente quiera votar”, azuzó. Hace dos semanas, el primero que planteó esta opción fue el titular de Aluar, Javier Madanes Quintanilla, quien curiosamente no participa de la UIA, pero dijo que le gustaría volver a la entidad si hubiera elecciones. El empresario tiene una relación muy cercana con Méndez, el propio Rattazzi y otros dirigentes de la Celeste y Blanca. A través de las elecciones, este espacio buscaría retener el poder.

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