Algunos movimientos parciales en el mercado y las especulaciones que se echan a correr desde las propias petroleras preanuncian un generalizado aumento de los combustibles para las próximas semanas. Desde el descongelamiento estacional dispuesto por la Secretaría de Comercio desde el inicio de abril, sólo se han producido aumentos acotados en dos de los cuatro grandes competidores en la comercialización. A ese movimiento se agregó en estos días un segundo aumento en la marca Petrobras, aunque entre uno y otro ajuste hubo un cambio de dueño en la red.

Tanto las petroleras como los dueños de estaciones de servicio atribuyen a los aumentos acordados en los salarios una incidencia directa en la necesidad de incrementar las tarifas. El sector viene atravesando diversos conflictos que han paralizado sucesivamente la salida de petróleo desde los yacimientos del sur del país y la distribución desde las destilerías. Como consecuencia, hubo episodios de desabastecimiento en algunas zonas del país –en los últimos días, en particular en la ciudad de La Plata– y la sensación de que se presentaba un panorama que propiciaba un aumento de precios.

Oil Combustibles, la firma que adquirió hace menos de un mes la refinería San Lorenzo y la red de estaciones de Petrobras, dispuso esta semana un aumento del 3 al 4 por ciento, pero exclusivamente en los puntos de venta del interior del país. En fuentes del mercado aseguran –los precios difieren de un punto geográfico a otro del país– que, con este ajuste, los productos de Petrobras-Oil se ubican en el escalón más caro frente a la competencia.

Sin embargo, las mismas fuentes señalan que la situación es pasajera: las demás empresas (Esso, Shell e YPF) aplicarían subas semejantes en los próximos días, como respuesta a los incrementos salariales obtenidos por los gremios del sector.