La poderosa Federación de Industrias de San Pablo (Fiesp), la entidad patronal más importante de Brasil, junto con la Central Unica de los Trabajadores (CUT) y Fuerza Sindical, las centrales sindicales de mayor peso, divulgaron ayer un documento en defensa de la industria brasileña ante la amenaza de la apreciación del real. “Se enciende una luz amarilla para la industria brasileña y las consecuencias de ese proceso son imprevisibles”, coincidieron Paulo Skaf, titular de la Fiesp, Artur Henrique, presidente de la CUT, y Paulo Pereira da Silva, de Fuerza Sindical. Según manifestaron, su intención es impulsar “un frente entre patrones y empleados” que dispute el sesgo ortodoxo de la política económica.

La industria de Brasil sufre por la política monetaria del gobierno de ese país. El rígido esquema de metas de inflación que utiliza el Banco Central requiere una suba en la tasa de interés que atrae capitales del exterior e impulsan la apreciación del real. De este modo, la tasa de referencia brasileña es superior al 13 por ciento, una de las más altas del mundo. En este contexto, ante cada suba de tasas que anuncia la autoridad monetaria del país vecino, la Fiesp, la CUT y Fuerza Sindical divulgan notas de repudio.

La fuerte apreciación cambiaria hace que los exportadores brasileños pierdan competitividad y deban resignar cuotas de mercado en otros países. Además, se abaratan las importaciones, lo que debilita la balanza comercial. Esa situación es la que explica en buena medida la firmeza de la posición de Brasil en la actual crisis con Argentina.