El Gobierno se reunió ayer con directivos de la UIA para intentar aplacar los ánimos en relación con la situación energética. Como sucede desde hace varios inviernos, la provisión de gas entró en un esquema de suministro parcial, atado a la prioridad que tiene la demanda de consumo residencial, que aumentó con la fuerte caída de las temperaturas. Sin embargo, según datos oficiales, el incremento en el suministro de gas a la industria creció un 14 por ciento interanual en lo que va de junio, en un escenario de temperaturas similares. El titular de la entidad patronal, José Ignacio de Mendiguren, señaló que la situación es compleja, pero presenta una mejora frente a otros años. “En unos días se volverá a la normalidad en el suministro de gas natural a industrias”, indicó el ministro de Planificación, Julio De Vido. Por su parte, el Enargas aseguró que “el suministro de gas natural a los usuarios domiciliarios está garantizado”.

En la Argentina se producen alrededor de 140 millones de metros cúbicos diarios de gas. El mercado residencial, la industria y la generación eléctrica se dividen, en condiciones climáticas promedio, la demanda en partes iguales. Sin embargo, en los meses de más bajas temperaturas el consumo residencial acapara dos tercios del total. Las importaciones no llegan a un nivel suficiente para modificar en forma sensible la oferta, de forma que el exceso de demanda se ajusta con cortes en el suministro a las usinas térmicas y luego a la industria, en principio al grupo de Grandes Consumidores, que absorben más de 10 mil metros cúbicos por día.

El encargado de llevar tranquilidad al Comité Ejecutivo de la UIA fue el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, acompañado por el interventor del Enargas, Antonio Pronsato. Indicaron que en lo que va de junio hubo un crecimiento de la cantidad de gas para empresas del 14 por ciento, y en mayo fue del 3 por ciento. Los picos de frío, sin embargo, seguirán impactando en la oferta para las industrias, admitieron. Las empresas que, por contrato, no pueden recibir cortes, quedarán preservadas, mientras que para las que tienen contratos interrumpibles, habrá cortes programados, explicaron.

“Estamos con problemas puntuales, pero ya no es la situación caótica de antes. Por ejemplo, hace cuatro años la demanda de energía eléctrica llegaba a 17 mil megavatios y el sistema explotaba, ahora estamos en 24 mil. Los sectores más afectados son la siderurgia, petroquímica y alimentación. Los cortes seguirán mientras se verifiquen picos de demanda”, indicó a este diario De Mendiguren. “El escenario de restricciones no está tan mal”, admitió el titular de Fiat, Cristiano Rattazzi. De la reunión participaron los principales referentes empresariales.

“Desde el último viernes que la petroquímica está trabajando al 50 por ciento de la capacidad normal. Algunas empresas sufren cortes totales y a otras se les reduce el suministro a un mínimo técnico”, indicó a Página/12 Jorge de Zavaleta, presidente del Instituto Petroquímico Argentino. La industria petroquímica es de las más afectadas, ya que utiliza el gas no sólo para las calderas, sino como materia prima. Hubo quejas empresarias por parte de la Unión Industrial cordobesa, que aseguró que hay 23 industrias detenidas en la provincia, y también de empresarios de Mendoza, Santa Fe, Santiago del Estero y San Luis. En tanto, el gobierno de la provincia de Tucumán gestiona ante Nación el restablecimiento de la provisión de gas para la producción de azúcar y cítricos.

El ministro De Vido, desde Arabia Saudita –donde se encuentra celebrando acuerdos de cooperación energética–, señaló que “recién en el año 2004 pudimos vertebrar el descalabro que nos habían dejado, e implementamos un plan energético nacional que venimos cumpliendo. Desde esa fecha hemos sostenido con el gas argentino la matriz energética, con un crecimiento del 80 por ciento del producto bruto industrial”.