Occidente amaneció ayer con la noticia de un nuevo derrumbe en los mercados asiáticos, durante la mañana recibió señales de un cierre más moderado en las Bolsas europeas, y se enteró de una firme recuperación por la tarde al cerrar Wall Street, tendencia a la que se acopló Buenos Aires. Pero un análisis más profundo permitiría advertir que los densos nubarrones esparcidos sobre la economía mundial están lejos de haberse disipado. El propio pronóstico de la Reserva Federal (autoridad monetaria) de Estados Unidos, por la tarde, sembró dudas sobre la capacidad de la principal economía del mundo para poder salir por sus propios medios de la recesión. Hasta la OCDE (organización que reúne a las mayores potencias) reconoció la aparición de “nuevas señales de desaceleración” en las principales economías. Más que por los estímulos lanzados por los desacreditados conductores de la economía mundial, el rebote en las cotizaciones se debe al reflejo de los inversores por recuperar posiciones en activos tras el brusco descuento de precios en las últimas seis jornadas.

Tras un día en el que las cotizaciones bursátiles fueron recuperando el equilibrio, el comunicado que emitió la Reserva Federal tras la reunión del Comité de Mercado Abierto marcó el nivel de incertidumbre existente acerca de la capacidad de recuperación de la economía estadounidense. La FED reconoció que dicho proceso “será más lento” de lo que anteriormente se esperaba. En un gesto poco habitual, anunció que tenía previsto mantener las tasas de interés entre 0 y 0,25 por ciento “al menos hasta mediados de 2013”, reemplazando así la habitual fórmula “por un período extenso”. El cambio de tono y el hecho de dar una fecha tan exacta, como si se tratara de darle una garantía inusual al anuncio, da a entender que las perspectivas económicas de Estados Unidos son más oscuras de lo que hasta ayer se vaticinaba.

En tal sentido, el comunicado afirma que “el Comité ahora espera un ritmo de crecimiento menor en los próximos trimestres de lo que previó en la pasada reunión y anticipó que la tasa de desempleo bajará solo gradualmente”. Además, por primera vez desde que Ben Bernanke está al frente del organismo, la decisión registró una división en el voto de los miembros de la FED, con 7 votos a favor y 3 en contra.

Sin mencionarlas, el Comité de la FED señaló que había discutido “un amplio rango de herramientas para promover una mayor recuperación económica”, y dijo que estaba preparado para ponerlas en práctica de “manera apropiada”. Las expectativas previas del mercado estaban puestas en que la FED iniciara una tercera etapa de estímulos monetarios, a sólo un mes y medio de concluida la segunda, durante la cual la autoridad monetaria adquirió 600.000 millones de dólares en bonos del Tesoro. Pese a que no ocurrió y tras un primer momento de incertidumbre, la plaza de Nueva York acogió con optimismo el anuncio del congelamiento de las tasas de interés y completó una jornada de fuertes alzas. El Dow Jones, índice que refleja las variaciones en los papeles de firmas industriales, cerró con un alza de casi 4 por ciento, haciendo olvidar por unas horas el impacto de la baja de la nota de la deuda para Estados Unidos el viernes último.

Europa también pudo enderezar, sobre el cierre, las fuertes caídas del lunes. Francfort redujo las pérdidas y terminó con un descenso de tan sólo el 0,1 por ciento, Londres subió 1,9 y París 1,6. Los mercados de Milán y Madrid, en los dos países apuntados supuestamente por los ataques especulativos, lograron también moderar las tendencias bajistas de las primeras horas, con un cierre positivo en el primer caso del 0,5 por ciento y negativo, en el correspondiente a la capital española, del 0,36 por ciento.

Los mercados asiáticos, que cierran más temprano, mantuvieron la fuerte tendencia bajista mundial del lunes. En Hong Kong la caída alcanzó al 5,66 por ciento, en Tokio midió 1,68 en baja y tan solo Shanghai, entre los más importantes de la región, se mantuvo relativamente al margen, cerrando casi sin variación. Esta madrugada, en cambio, el Nikkei de Tokio abría en alza, por encima del 1,5 por ciento.