“La respuesta argentina fue muy apropiada. Emergió muy bien de la crisis, cuyos efectos limitó.” Este fue el diagnóstico del consultor de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), Detlef Kotte. El economista alemán presentó en la sede local del organismo los resultados del último informe anual de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el cual analiza la situación de los países centrales y emergentes en el actual contexto de crisis financiera internacional. El estudio resalta como un acierto las políticas de estímulo que se implementaron en el país para mitigar los efectos adversos de la debacle global. Kotte consideró que el buen desempeño de la Argentina fue consecuencia de una política oficial de “incentivo al consumo interno”. “Por eso la economía del país es ahora una de las de mejor rendimiento”, explicó. No obstante, advirtió sobre una eventual vulnerabilidad del país ante “shocks comerciales por la volatilidad de los precios de los productos primarios”.

El extracto del informe suele no hacer alusión a la situación particular de países. Sin embargo, en el documento presentado ayer, de 35 páginas, se cita a tres grandes grupos de países. Por un lado se refiere a los desafíos que enfrentan las economías de Estados Unidos, Alemania y Japón. Por el otro, destaca el protagonismo de China y Rusia de cara a la recuperación global (ver aparte). También hace una breve mención en América latina a la “expansión vigorosa” de algunos países. “Está previsto que la Argentina y la mayoría de los países andinos registren otro año de rápido crecimiento”, destaca el texto. En contraposición, señala una “ralentización” de la economía brasileña y bajos niveles de crecimiento para México y las pequeñas economías de América Central. El informe completo estimó que frente a un crecimiento de la economía mundial del 3,5 por ciento, Suda-mérica tiene las mejores perspectivas, con una expansión estimada de 5,1, con un pico superior a 8 por ciento para el caso argentino.

El consultor llegó al país para presentar el Informe sobre el Comercio y el Desarrollo 2011 de la Unctad, trabajo que lleva el nombre de “Desafíos en la economía mundial post-crisis”. El documento sostiene que “dado el débil dinamismo en las economías desa-rrolladas y la ausencia de reformas significativas en los mercados financieros internacionales, los países en desarrollo son vulnerables a shocks comerciales o financieros, especialmente de los primeros, por vaivenes en el volumen de comercio o en los precios de los productos”.

Kotte señaló como un riesgo para la economía argentina esa situación de volatilidad de los precios, aunque aclaró que esa posibilidad “no es tan grande como la que presenta la economía brasileña”. “Existe un riesgo de vulnerabilidad para la Argentina, vinculado con los cambios en los precios de los commodities. Pero Brasil está más expuesto en los mercados financieros internacionales, en particular por la volatilidad de los precios de las materias primas, bie-nes que constituyen la principal exportación nacional”, dijo el economista encargado de la Unidad de Deuda y Desarrollo de Finanzas de la Unctad entre 2002 y 2005.

En cuanto a la capacidad de respuesta a la primera fase del desplome del sector financiero global, con epicentro en los Estados Unidos, señaló que la “Argentina fue uno de los países que con mayor éxito manejó los efectos de la crisis, sobre la base de incorporar población al consumo”. “Si bien ese éxito no se debe a que Argentina sea parte del Grupo de los 20, sí es importante que el país sea miembro, porque ese foro tuvo éxito al coordinar una respuesta ante la crisis”, agregó. En esa línea, además de mantener el consumo, Kotte instó a mantener “bajas las tasas de interés”. “Es algo que el gobierno (argentino) puede hacer para evitar la llegada de capitales especulativos”, concluyó.