“Queremos que los vehículos se produzcan con más partes nacionales. A veces nos dicen ‘qué duros son, meten licencias por acá, cupos por allá’. Pero si es por la Argentina, vamos a seguir siendo duros”, resaltó la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, en el lanzamiento del nuevo modelo que Mercedes-Benz fabricará en la Argentina. La industria automotriz registra un nivel de producción record, al igual que los patentamientos en el mercado local. Ese boom genera incentivos en las terminales para ampliar la capacidad de producción y actualizar las fábricas a nivel tecnológico. Por eso casi todas lanzaron nuevos modelos en el último tiempo y se esperan varios más para 2012. Algunos analistas aseguran que la regulación incide para que las firmas aumenten la integración.

La industria automotriz es líder en el crecimiento manufacturero, con impulso sobre el sector metalmecánico, plástico, siderúrgico y la producción de neumáticos. En lo que va del año, el avance automotor es de 23,2 por ciento, según datos del Indec, frente a una suba promedio de la industria de 8,7. Desde 2003 el sector registra un impresionante crecimiento de 476 por ciento. Está muy por encima del alza promedio, que fue de 75,2, que se explica en buena medida por el desempeño automotor.

El mercado argentino es cada vez más atractivo para las empresas del sector. Según datos del Ministerio de Industria, en 2010 Peugeot-Citröen lanzó el modelo 408, que implicó una inversión de 500 millones de pesos, y este año recibió un crédito del Bicentenario por 150 millones para fabricar un nuevo modelo de la marca Citröen. La italiana Fiat recibió 552 millones de la misma línea crediticia con subsidio para producir en 2012 un auto chico cuya plataforma se está desarrollando en Brasil.

Del mismo modo, Renault, en noviembre pasado, lanzó su modelo Fluence, con una inversión de 335 millones de pesos, y en 2012 comenzará a producir en Córdoba un nuevo modelo económico, para lo cual destinará 400 millones. Volkswagen lanzó en 2010 la Amarok, con una inversión de 650 millones de pesos, que se fabrica únicamente en la Argentina y se exporta a 90 países. En tanto, Ford lanzaría en 2012 la nueva pick-up Ranger y está llevando adelante un plan de inversiones por mil millones de pesos. Aunque no concretó la fabricación de un nuevo modelo, Toyota anunció a principios de año una inversión de 500 millones para ampliar la capacidad de producción de su planta de Zárate. Este año, Honda comenzó la producción del Honda City, para lo cual invirtió 250 millones de dólares.

“La exigencia del Gobierno para que las terminales aumenten la integración generó, por ejemplo, que Mercedes-Benz adelante la producción de su nuevo utilitario”, dijo la ministra de Industria, Débora Giorgi. Este año, Mercedes-Benz también inició la producción del camión semipesado 1720. “Sería esperable que la presión del Gobierno genere incentivos a las empresas para que en sus decisiones tengan más en cuenta a la Argentina. A la vez, la apreciación del real hace que sea muy costoso importar desde Brasil, y mejora la rentabilidad de las inversiones en la economía local”, explicó a este diario Marcos Ferrario, analista de Abeceb.com.

La Sprinter 2 de Mercedes-Benz, firma que ayer cumplió 60 años en el país, saldrá a la venta en marzo de 2012 y, aseguran en la empresa, contará con un nivel de integración más alto que el que registra la versión actual. “La integración nacional será superior al 30 por ciento, porque incluirá piezas muy importantes como el eje delantero, el aire acondicionado y cardanes”, indicaron. Un elemento distintivo es que va a utilizar un motor ensamblado a nivel local. La firma invirtió 100 millones de dólares.

Normalmente, para el desarrollo de nuevos modelos se lanza una licitación internacional donde participan las grandes empresas autopartistas, que también son multinacionales. Los proveedores nacionales por lo general no entran en ese esquema. Tampoco lo hacen las filiales locales de los autopartistas globales, ya que las subsidiarias brasileñas centralizaron las decisiones iniciales de compra para los modelos de producción regional. “Por eso los nuevos modelos que se producen en la Argentina tienen un grado de integración mínimo, que comienza a crecer un poco después del segundo año, aunque sólo en las partes de producción más simple”, agregó Ferrario.