El subsecretario de Coordinación Económica, Alejandro Robba, señaló que el aumento de las importaciones de Brasil, medidas en dólares, se explica en mayor medida por la suba internacional de los precios de los productos que a un crecimiento en las cantidades. “El 71 por ciento del incremento de las importaciones argentinas es atribuible al efecto precio y el 29 al aumento de las cantidades”, señala el documento elaborado por el funcionario. Esta situación, según sostiene Robba, es consecuencia además “del mayor nivel de crecimiento de la economía argentina en relación con la brasileña”, provocando una suba mayor de la demanda argentina por productos brasileños, que en sentido inverso. El análisis resalta además que el déficit bilateral, tomando en consideración los datos de los siete primeros meses del año, es similar al de 2007 y se encuentra todavía por debajo del correspondiente a 2008.

“El aumento de precios de la canasta que Brasil vende a la Argentina fue de 22 por ciento en el período enero-julio de 2011 respecto de idéntico lapso de 2010, guarismo muy superior al 9 por ciento de aumento que experimentaron las cantidades transadas con dicho país”, detalla el subsecretario. El Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior brasileño informó que sus exportaciones a la Argentina crecieron en casi un 30 por ciento. El déficit para la Argentina ascendió a 3500 millones de dólares, prácticamente el doble del correspondiente a 2010. Esto fue interpretado por varios analistas como una pérdida de competitividad frente al país vecino.

“Los resultados de la balanza comercial están correlacionados con los altos niveles de actividad de la economía local, siendo evidencia de ello la fuerte reducción que experimentaron las importaciones y el déficit en 2009, cuando se redujeron por la crisis internacional”, detalló Robba en su informe. El estudio destaca que hubo precios de productos que compró la Argentina a Brasil que se incrementaron hasta 110 por ciento, mientras que las cantidades lo hicieron en un 55 por ciento. Por su parte, los precios para el mineral de hierro y el petróleo se encarecieron 66 y 44 por ciento, cuando las cantidades aumentaron en 5 y 2 por ciento, respectivamente. A modo de ejemplo, señala 16 productos importados que mostraron un comportamiento similar.