Dom 11.09.2011

ECONOMíA  › OSCAR SOLIS, SECRETARIO DE AGRICULTURA, EVALUA EL PLAN AGROALIMENTARIO

“Recuperamos el diálogo y el respeto”

“Más producción con más productores”, definió como objetivo un hombre clave de Julián Domínguez, quien repasó cómo se superó el estado de máxima confrontación entre el agro y el Gobierno.

› Por Raúl Dellatorre

Los quince meses que llevó la primera etapa de discusión del Plan Estratégico Agroalimentario (de mayo de 2010 hasta el mes pasado) implican un cambio de escenario en la relación entre el Gobierno y el sector rural. Oscar Solís, secretario de Agricultura y una de las espadas principales del ministro Julián Domínguez en la articulación de políticas para el sector, analizó para Página/12 el cuadro actual de situación y cómo se plantea la etapa siguiente del PEA: la elaboración de instrumentos para alcanzar las metas.

–¿Qué evaluación hacen de esta primera etapa del Plan Estratégico Agroalimentario?

–Cuando lanzamos el plan, en mayo del año pasado, lo primero que nos planteamos fue tener un elemento para empezar a dialogar con el sector. Veníamos de una etapa muy difícil, de mucho enfrentamiento y poca comprensión. Las políticas que aplicaba el Gobierno en el sector agropecuario no eran entendidas. Quizá se había cometido el error de no explicarlas claramente, pero lo cierto es que llegamos a un estado en el que a lo que dijera el Gobierno en materia agropecuaria no se le creía. La creación del Ministerio de Agricultura fue la primera decisión importante, a partir de la cual empezamos con Julián (Domínguez, ministro) y todo el equipo que lo acompañamos a tratar de conversar: escuchar qué nos reclamaban y a explicar qué queríamos hacer nosotros, respetando las miradas diversas. No le pedimos a nadie que piense como nosotros. El lanzamiento del Plan Estratégico, en ese sentido, fue para nosotros una herramienta fundamental para reconstruir el diálogo. Al menos, para dar un gran paso en ese sentido, aunque sea un tema no totalmente resuelto. La propuesta era buscar una mirada compartida, fijarnos metas para el año 2020, establecer objetivos. Después discutiríamos cómo lograrlas, con qué herramientas, con qué políticas. Pero lo primero que debíamos alcanzar era una definición sobre objetivos posibles, y un análisis de las debilidades y fortalezas del sector para poder llegar a ellos. Esto es lo que acabamos de concluir con la presentación del PEA.

–¿Y en cuanto a la participación de los actores del sector?

–Logramos la participación de todos los actores del sector, incluso aquellos que nunca habían sido convocados. Las cámaras empresarias, las universidades, los institutos técnicos y los entes de investigación, las organizaciones sociales, las ONG como Aapresid (siembra directa) y Aacrea (consorcios regionales de experimentación), y hasta las propias entidades agropecuarias, que participaron a través de sus técnicos. Formamos mesas de trabajo dentro de cada cadena y hoy todos saben que esas mesas son parte del Ministerio de Agricultura, con participación de todos y ante quienes se van a plantear las políticas que vamos a proponer aplicar en cada área para lograr los objetivos establecidos. En esas mesas se van a ir planteando los instrumentos que proponemos para generar valor agregado en origen que aliente el desarrollo regional.

–Algunas críticas señalan que se han fijado metas, pero no se expresan cuáles son las políticas para lograrlas. ¿Se plantearon durante el debate del Plan Estratégico?

–A veces se confunden metas con instrumentos. Lo que hemos buscado es compartir los objetivos. El camino para lograrlos, obviamente, sería distinto según quién gobierne. No es lo mismo si, como esperamos, seguimos con Cristina, que si ganara alguna de las propuestas de oposición. Lo que nosotros proponemos es trabajar la implementación de esos instrumentos con las distintas mesas de trabajo, con todos los actores de cada cadena productiva. Y desde el Estado, buscar orientar el esfuerzo de todos para alcanzar el objetivo compartido.

Por ejemplo en el caso de la cadena de producción de trigo y maíz, queremos discutir en conjunto con todos los actores una propuesta de comercialización que mejore lo hecho hasta ahora, que revise el esquema vigente. Hay sectores que plantean eliminar las retenciones a la exportación. Para nosotros, es inviable un esquema sin retenciones, porque una parte de la renta del sector se debe canalizar hacia otros sectores para generar empleo, para atender otras necesidades. Lo que queremos es discutir con los agentes privados de cada cadena para que entiendan para qué se aplica en cada política.

–Usted mismo señalaba que venían de una etapa previa de mucha confrontación. ¿Qué lograron en un año y medio de trabajo en el PEA?

–Lo que claramente hemos logrado es dialogar, que se nos mire y escuche con respeto. Le doy un ejemplo: el jueves pasado fuimos con el ministro a Máximo Paz (Santa Fe), a dar respaldo a un emprendimiento de producción de semillas. Antes, la gente se sacaba fotos con los dirigentes de la Mesa de Enlace y a nosotros nos insultaban. Hoy lo paran a cada paso a Julián para sacarse fotos con él.

–Igual, esos mismos sectores les critican que el Gobierno no define quién es el sujeto agrario, qué modelo de agricultura va a predominar para lograr los objetivos...

–Siempre hemos tenido una posición muy clara en este aspecto. Nosotros decimos: donde está el mercado y funciona, que siga el mercado. Y tener una actitud muy activa del Estado allí donde no funciona. Por posición política y filosófica, queremos más producción con más productores. Para eso impulsamos mecanismos asociativos, crear valor agregado en origen, impulsar la creación local de empleo. Que quienes son productores puedan conservar la esperanza de que sus hijos tengan la posibilidad de lograr trabajo en la región y quedarse, no tener que estar obligado a emigrar por falta de trabajo. Necesitamos un esquema mucho más federal, que mire más el desarrollo del interior. Me parece que está muy claro que nuestra posición es que el Estado está para lograr una mayor equidad, evitar que el mercado defina que muchos pequeños productores deban dejar la actividad porque no tienen viabilidad económica frente a los grupos más concentrados. No estamos en contra de los pooles de siembra, pero no estamos dispuestos a dejar abandonados a los productores más chicos frente a lo que pueden pagar por el alquiler de un campo las unidades más grandes. Sabemos que si no articulamos un esquema de defensa a favor de los más chicos, los estamos expulsando. Que nos planteen falta de definición respecto del sujeto agrario me suena más a chicana. No hacemos política en contra de los grandes, pero siempre nos hemos definido por la defensa del pequeño productor.

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